Muere una joven presa política iraní, violada por un oso, según sus familiares

Una mujer iraní de nombre Parvaneli, de 22 años, perteneciente a la Organización Democrática de la Mujer de Irán, murió la pasada semana en la prisión de la ciudad de Bajtarán, antes Kermanshah, tras ser violada por un oso, según informaron fuentes próximas a los familiares de la joven citadas por Firuzé Ahmadi, representante en España de la Organización Democrática de la Mujer de Irán. El cadáver de la presa política fue hallado por sus familiares, atado con cuerdas, en un camino de acceso a la ciudad, según estas fuentes.La información ha sido negada rotundamente por fuentes diplomáticas ira...

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Una mujer iraní de nombre Parvaneli, de 22 años, perteneciente a la Organización Democrática de la Mujer de Irán, murió la pasada semana en la prisión de la ciudad de Bajtarán, antes Kermanshah, tras ser violada por un oso, según informaron fuentes próximas a los familiares de la joven citadas por Firuzé Ahmadi, representante en España de la Organización Democrática de la Mujer de Irán. El cadáver de la presa política fue hallado por sus familiares, atado con cuerdas, en un camino de acceso a la ciudad, según estas fuentes.La información ha sido negada rotundamente por fuentes diplomáticas iraníes en España, que aseguran que el caso "forma parte de una campaña de propaganda orquestada por el imperialismo a consecuencia de ciertos sucesos recientes, como las declaraciones de Ronald Reagan contra Irán, o las últimas ofensivas bélicas iraníes". Estas fuentes sostienen que "la campaña persigue dar una imagen falsa de la República Islámica de Irán. Una cosa así sólo puede ser fruto de mentes podridas. El Islam prohibe monstruosidades de este tipo", señalaron las fuentes diplomáticas consultadas.

En el año 1953, fecha del golpe de Estado que derrocó al primer ministro iraní Mohamad Mossadeq, fueron denunciados dos casos similares. Fue entonces cuando dos mujeres, militantes comunistas vinculadas en 1946 al Gobierno comunista de Asarbayán, murieron en la prisión de la ciudad noriraní de Tabriz tras ser violadas por osos amaestrados por los carceleros de la prisión, donde las dos mujeres permanecían recluidas por el régimen del sha Pehlevi.

La organización a la que pertenecía Parvaneli ("rnariposa" en lengua farsi) ha iniciado una campaña a escala mundial "para denunciar las torturas a las que son sometidas las presas políticas en Irán", según fuentes de la ODMI. Desde hace cuatro semanas, varios centenares de mujeres iraníes siguen por esta causa una huelga de hambre en el interior del pabellón femenino de la prisión de Evín, en Teherán, y en los pabellones 3 y 7 de la de Qhaselshahr.

En la ciudad asarbayaní de Lah¡yan, 50 madres y esposas de presos políticos fueron detenidas la semana pasada cuando conmemoraban en una vivienda el aniversario de uno de sus deudos.

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