Los secuestradores de Beirut se dispersan por la capital con los rehenes

Los secuestradores del Boeing 727 de la TWA abandonaron ayer de madrugada el aparato con sus rehenes y se dispersaron por los suburbios de Beirut. El temor a una intervención militar de EE UU, que ha movilizado gran número de fuerzas y ha dirigido al portaviones Nimitz hacia las costas libanesas, llevó a Nabih Berri, dirigente de la milicia shií Amal y ministro de Justicia libanés, a ordenar la evacuación del aparato.

La Administración Reagan, que revive el síndrome de Teherán ante la impotencia para resolver de nuevo un caso de terrorismo con rehenes norteamericanos, ha ma nifes...

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Los secuestradores del Boeing 727 de la TWA abandonaron ayer de madrugada el aparato con sus rehenes y se dispersaron por los suburbios de Beirut. El temor a una intervención militar de EE UU, que ha movilizado gran número de fuerzas y ha dirigido al portaviones Nimitz hacia las costas libanesas, llevó a Nabih Berri, dirigente de la milicia shií Amal y ministro de Justicia libanés, a ordenar la evacuación del aparato.

La Administración Reagan, que revive el síndrome de Teherán ante la impotencia para resolver de nuevo un caso de terrorismo con rehenes norteamericanos, ha ma nifestado que "no existe ninguna opción militar fiable".La ya de por sí difícil misión de rescatar a los rehenes en una operación de comandos, en un medio hostil y con las milicias de Amal en estado de alerta para proteger a sus correligionarios, se convirtió en imposible al optar los secuestradores por abandonar el aparato con sus rehenes y dispersarse en la capital beirutí.

El Nimitz, sus tres buques de escolta, otros tres buques que partieron ayer de Gibraltar con 1.800 marines a bordo y los vanos comandos de las supersecretas unidades antiterroristas norteamericanas Delta que esperan en algún punto de Oriente Próximo se ven así imposibilitados de poner en práctica la doctrina de respuesta inmediata a cualquier provocación terrorista, defendida por destacados miembros de la Administración norteamericana, como George Shultz y Robert McFarlane. El presidente Ronald Reagan "está muy preocupado, tiene esperanza y reza", según un portavoz de la Casa Blanca.

La impotencia de Washington tiene su contrapartida en el papel de Nabih Berri, -que de simple comisionado para negociar ha pasado a ser el auténtico director de toda la operación. Los rehenes pasaron ayer a manos de Amal, la milicia que dirige, y él mismo manifestó que asumía todas las exigencias presentadas por los piratas aéreos, esto es, la liberación de los 700 shíies presos de Israel y de los dos encarcelados en la prisión española de Alcalá-Meco.

Tel Aviv ha manifestado que estaría dispuesto a liberar a los presos si se lo pide Washington, lo que ha llevado a Berri a manifestar que "el auténtico problema [que impide la resolución del caso] es Estados Unidos". España se niega absolutamente a ceder al chantaje shií, pero está considerando una negociación con Beirut para que los libaneses que sean condenados en España puedan cumplir condena en su país. La causa contra los dos encarcelados en Alcalá-Meco, Mohamed Rahl y Mustafá Jalil, comienza a verse mañana en Madrid.

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Editorial en la página 10

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