Dos agentes denuncian por insultos a tres mujeres que les demandan por malos tratos y agresiones

La propietaria de la tetería Luna, de Granada, y dos de sus clientas han presentado demanda judicial contra dos miembros de la Policía Nacional por malos tratos y agresiones. Éstos, por su parte, habían presentado también, previamente, denuncia en el juzgado contra ellas por "obstaculizar la labor policial e insultos a las fuerzas del orden".

La denuncia contra las fuerzas policiales fue presentada el pasado martes por la propietaria del establecimiento, Rosa Pintor Raya, y las clientas Aniceta Ureña Moyano y María José Iglesias Suárez. Según manifestó Hortensia Peñarrocha, que se e...

La propietaria de la tetería Luna, de Granada, y dos de sus clientas han presentado demanda judicial contra dos miembros de la Policía Nacional por malos tratos y agresiones. Éstos, por su parte, habían presentado también, previamente, denuncia en el juzgado contra ellas por "obstaculizar la labor policial e insultos a las fuerzas del orden".

La denuncia contra las fuerzas policiales fue presentada el pasado martes por la propietaria del establecimiento, Rosa Pintor Raya, y las clientas Aniceta Ureña Moyano y María José Iglesias Suárez. Según manifestó Hortensia Peñarrocha, que se encontraba aquella noche en el establecimiento, hacia las 0.30 horas del día 23 de mayo, se personaron en el local tres coches zeta de la Policía Nacional, que habían sido requeridos por un vecino que se quejaba de ruidos.

Tras el intento de los policías de registrar el local y la oposición por parte de las varias mujeres allí presentes, clientas habituales de la tetería, hubo un intercambio de palabras e insultos que culminó con la agresión de dos de los policías a dos de las mujeres, a las que propinaron varias bofetadas.

Según la policía, acudieron avisados por un vecino que había oído "ruido de cristales rotos, golpes y gritos". Tras entrar en el establecimiento, a lo que en principio se negó la propietaria, pidieron la documentación a las presentes, recibiendo como respuesta insultos personales a las fuerzas del orden, ante lo que la patrulla "hubo de proceder a reducirlas".