La retirada del retrato de Suquía del salón de plenos de Zaldibia origina una polémica municipal
La retirada del salón de plenos del Ayuntamiento de Zaldibia (Guipúzcoa) del retrato de Ángel Suquía, arzobispo de Madrid-Alcalá, nacido hace 68 años en esa localidad, investido recientemente cardenal, y de otros cuatro lienzos que representan a personalidades destacadas de la villa, ha suscitado una polémica. Una comisión de vecinos ha iniciado una campaña de recogida de firmas con la pretensión de que sean repuestos los lienzos retirados a mediados de abril por decisión de los concejales de Herri Batasuna, grupo que ostenta la mayoría municipal en esta población, de unos 2.000 habitantes...
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La retirada del salón de plenos del Ayuntamiento de Zaldibia (Guipúzcoa) del retrato de Ángel Suquía, arzobispo de Madrid-Alcalá, nacido hace 68 años en esa localidad, investido recientemente cardenal, y de otros cuatro lienzos que representan a personalidades destacadas de la villa, ha suscitado una polémica. Una comisión de vecinos ha iniciado una campaña de recogida de firmas con la pretensión de que sean repuestos los lienzos retirados a mediados de abril por decisión de los concejales de Herri Batasuna, grupo que ostenta la mayoría municipal en esta población, de unos 2.000 habitantes.
Desde esa fecha, el único cuadro que permanece en la sala de plenos es el que representa la figura de Nicolás Mendizábal Zaharra, activista de ETA Político-militar muerto en 1977 en un control instalado por la Guardia Civil. La polémica surgió en el mes de febrero cuando Herri Batasuna, que cuenta con siete concejales, introdujó en el orden del día de la sesión plenaria la retirada de los cuadros colocados allí desde hace años.
Los dos representantes de Euskadiko Ezkerra propusieron un aplazamiento del debate, y dos semanas más tarde la moción, fue aprobada con la oposición de este partido, que defendió posponer cualquier decisión a la creación de una casa de la cultura y a la ordenación del patrimonio cultural del pueblo.
Los retratos del actual cardenal Ángel Suquía, del vecino Clemente Lasa, autor de una donación de 1.200.000 pesetas al Ayuntamiento en 1932, y de los sacerdotes Francisco Lardizábal, José Adrián Lizarralde y fray Pedro de Zaldibia, fueron arrinconados en una dependencia municipal, donde se encuentran cubiertos por una sábana.
La convivencia
Los concejales de HB argumentan, que estos personajes no representan hoy al pueblo de Zaldibia, mientras que los miembros de la comisión que propugna la reposición de las telas, aluden a la importancia pictórica de las obras y a la necesidad de contemplarlas dentro del contexto histórico y cultural en que fueron creadas.A juicio de estos últimos, es erróneo afirmar que la presencia de los lienzos contradice abiertamente la voluntad y los intereses del pueblo. "La convivencia en Zaldibia", afirman, "exige el respeto a las posiciones divergentes".
Los miembros de esta comisión, que agrupa a distintos núcleos políticos (entre los que figuran miembros de los partidos PNV y Euskadiko Ezkerra) y culturales de la localidad, han organizado recientemente en el marco de su campaña una mesa redonda sobre el patrimonio cultural de Zaldibia.