En favor de Barrionuevo

Como componente de la Policía Nacional (PN), creo estar en la obligación de calmar, o al menos intentarlo, los ánimos acerca de las constantes publicaciones que aparecen en la Prensa nacional de mano del SUP, en las que hacen constar en repetidas ocasiones la falta de atención del ministro del Interior, señor Barrionuevo, hacia sus reivindicaciones, y prioritariamente las que atañen al Código de Justicia Militar. Este retraso en las negociaciones soy yo el primero en lamentarlo, pero no quiere decir que el señor Barrionuevo haya hecho caso omiso de sus peticiones, ya que el propio sindicato no...

Como componente de la Policía Nacional (PN), creo estar en la obligación de calmar, o al menos intentarlo, los ánimos acerca de las constantes publicaciones que aparecen en la Prensa nacional de mano del SUP, en las que hacen constar en repetidas ocasiones la falta de atención del ministro del Interior, señor Barrionuevo, hacia sus reivindicaciones, y prioritariamente las que atañen al Código de Justicia Militar. Este retraso en las negociaciones soy yo el primero en lamentarlo, pero no quiere decir que el señor Barrionuevo haya hecho caso omiso de sus peticiones, ya que el propio sindicato no tiene demasiada credibilidad.Y tanto es así, que voy a esclarecerlo en varios puntos, puntualizando la beneficiosa intervención del ministro del Interior: El señor ministro del Interior, y su Gobierno, ha conseguido la legalización del sindicalismo dentro de la PN. El señor Barrionuevo ha publicado en la Prensa española estar dispuesto a abolir el Código de Justicia Militar para sustituirlo por un reglamento disciplinario acorde a la PN. El señor ministro ha ordenado anular la suspensión de empleo y sueldo que pesaba sobre los siete sargentos y el cabo relacionados con los incidentes acaecidos en Ceuta, y cabe tratar que los componentes del cuerpo que fueron destinados forzosamente fuera de la plantilla puedan regresar a su origen. El señor Barrionuevo -lo sabe claramente el SUP- ha cesado, fulminantemente, a dos cargos importantísimos en la PN, como lo eran el comandante Judido y el teniente coronel Cervera,

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