Una enfermedad que sufren millones de españoles

Los alergenos más comunes

C. M. Entre los alimentos que con más frecuencia originan reacciones alérgicas figuran la leche y derivados, debido a dos proteínas: caseína y lactoalbúmina. Junto a ellos, los huevos y sus derivados, a causa de las proteínas de la clara. Suelen producir urticaria e hinchazón de la piel. Efectos similares causan los frutos secos. La degeneración de las proteínas del pescado, cuando no está fresco, potencia el efecto alérgico del alimento. Las zanahorias pueden originar hinchazón brusca de labios o párpados al comerla cruda. La mostaza produce urticaria...

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C. M. Entre los alimentos que con más frecuencia originan reacciones alérgicas figuran la leche y derivados, debido a dos proteínas: caseína y lactoalbúmina. Junto a ellos, los huevos y sus derivados, a causa de las proteínas de la clara. Suelen producir urticaria e hinchazón de la piel. Efectos similares causan los frutos secos. La degeneración de las proteínas del pescado, cuando no está fresco, potencia el efecto alérgico del alimento. Las zanahorias pueden originar hinchazón brusca de labios o párpados al comerla cruda. La mostaza produce urticaria y diarrea y puede desen cadenar crisis en los niños asmáticos. La piel de los cítricos, como la naranja o el limón, produce llagas en la boca, y el perejil, hinchazón.Entre los medicamentos, antibióticos, sulfamidas y analgésicos son los que producen alergia en mayor proporción. Los síntomas más frecuentes son urticarias, hinchazón de párpados y labios, náuseas, vómitos, diarrea, problemas respiratorios, descenso de la tensión arterial, vértigos y dolor de cabeza. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no tolerar determinado antibiótico no significa que se sea alérgico a todos, como erróneamente se suele creer.

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En cuanto a los pólenes, las alergias que originan son estacionales, coincidiendo con el período de floración de las plantas que las causan, generalmente en primavera y verano. Las más frecuentes son el trigo, cebada, avena, centeno y, sobre todo, esas gramíneas cultivadas para forraje que se denominan heno. Las proteínas de los pólenes son las que desencadenan el proceso, originando asma, rinitis alérgica, conjuntivitis o fiebre del heno.

Otros alórgenos de gran importancía son el polvo doméstico, concretamente los ácaros que están presentes en él, la caspa de hombres y animales domésticos, pelo y plumas de estos últimos y polvo de la lana, algodón, lino y fibras sintéticas.

Los metales de ciertos objetos que están en contacto con el cuerpo, como es el caso de los pendientes, también pueden ocasionar alergias, dermatitis por contacto, lo mismo que el caucho y derivados sintéticos presentes en los guantes de goma, por ejemplo.

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