RELIGIÓN

El Papa critica la película de Godard 'Yo te saludo, María'

Juan Pablo II, apodado en Italia il Papa della Madonna (el Papa de la Virgen), arremetió ayer con fuerza contra la película de Jean-Luc Godard Yo te saludo, María, que acaba de proyectarse en Roma, afirmando que "hiere profundamente el sentimiento religioso de los creyentes y el respeto por lo sagrado".

El Papa expresó su condena en un telegrama enviado al vicario de Roma, cardenal Ugo Poletti, por el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, con el que el papa Wojtyla quiso solidarizarse en el acto de reparación que grupos de católicos marianos conservadores habían organ...

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Juan Pablo II, apodado en Italia il Papa della Madonna (el Papa de la Virgen), arremetió ayer con fuerza contra la película de Jean-Luc Godard Yo te saludo, María, que acaba de proyectarse en Roma, afirmando que "hiere profundamente el sentimiento religioso de los creyentes y el respeto por lo sagrado".

El Papa expresó su condena en un telegrama enviado al vicario de Roma, cardenal Ugo Poletti, por el secretario de Estado, cardenal Agostino Casaroli, con el que el papa Wojtyla quiso solidarizarse en el acto de reparación que grupos de católicos marianos conservadores habían organizado ayer en la basílica de San Juan de Letrán para desagraviar a la Virgen por la película. Una obra cinematográfica que, según el Papa, "cambia radicalmente el significado y el valor histórico del dogma mariano y ofende el respeto por lo sagrado y la figura de la Virgen María venerada con tanto amor filial por los católicos y tan querida por los cristianos todos".Al acto de reparación al que asistieron muchos sacerdotes con sotana y con carteles de desagravio a la Virgen, siguió una misa celebrada por el secretario general del vicariato, el sacerdote Pietro Garlato, en ausencia del cardenal Poletti que se está aún reponiendo de un ataque reciente de corazón. En el telegrama de Casaroli se dice que el papa Juan Pablo II, informado de la iniciativa de desagraviar a María, "se une a la unánime deploración de los fieles de la diócesis de Roma".

Lo que más ha chocado es esta última frase del telegrama, ya que en realidad, si se exceptúan algunos pequeños grupos de católicos ultratradicionales, la película de Godard no había escandalizado en Roma a nadie. Hasta el punto que ayer mismo hablaba bien de ella hasta el diario II Popolo, órgano oficial de la democracia cristiana.

Tras las primeras manifestaciones, días atrás, de pequeños grupos de seglares y sacerdotes, muchos de ellos pertenecientes a la congregación del excomulgado obispo francés Marcel Lefébvre, que protestaron ante el Parlamento y a la puerta del cine que proyectaba la película, la prensa democrática había alabado el sentido de libertad de espíritu con el que los romanos habían recibido la obra de Godard. Y los principales diarios del país habían elogiado la película en sus secciones de espectáculos.

Elogios

Más aún, el lunes pasado apareció en II Messaggero de Roma una entrevista al jesuita Egidio Guiduvaldi, de 64 años, catedrático de literatura italiana en la ciudad de Sasari (Cerdeña), uno de los mayores expertos de Dante en este país, en la que se hacían grandes elogios de la película. El jesuita afirmaba: "me sorprende la dureza con la que ciertas esferas, católicas atacan la obra. Me duele decirlo, pero ello es índice de una falta de sensibilidad en una parte de la Iglesia hacia las cosas nuevas".La calificaba incluso de "bellísima transposición cinematográfica del mensaje de Juan Pablo II". Explicaba, curiosamente, que la película no sólo no tiene nada de obsceno, sino que de algún modo podría verse como "la reconciliación de la sexualidad con Dios". Y señalaba que la obra responde de tal modo a "la doctrina del amor no corpóreo", defendida con tanto calor por el papa Wojtyla, que, "el guión podría haberlo escrito el mismo Juan Pablo II en persona".

Como en el congreso último de la Iglesia italiana, celebrado en Loreto, Juan Pablo II ha querido tomar parte, otra vez, en favor de las minorías más agresivas del mundo católico, que propugnan la llamada religiosidad de presencia en el mundo, y que se opone públicamente a lo que ellos consideran un ataque de las fuerzas anticlericales y laicistas a la Iglesia.

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