Una joven de 16 años primera mujer 'Kamikaze' de la resistencia libanesa

Sana Mhaydalli, de 16 años de edad, ha sido la primera mujer en suicidarse, el martes, al volante de un automóvil repleto de explosivos para provocar la muerte de soldados del Ejército israelí que desde hace 35 meses ocupan Líbano."Pertenezco a un grupo que ha elegido el sacrificio y el martirio para liberar nuestras tierras y a nuestras gentes", explicó Sana, una muchacha atractiva, en un vídeo grabado poco antes de realizar su acción y difundido el martes por la noche por la televisión libanesa.

Cuando a eso de las once de la mañana del martes los soldados israelíes de guardia en un p...

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Sana Mhaydalli, de 16 años de edad, ha sido la primera mujer en suicidarse, el martes, al volante de un automóvil repleto de explosivos para provocar la muerte de soldados del Ejército israelí que desde hace 35 meses ocupan Líbano."Pertenezco a un grupo que ha elegido el sacrificio y el martirio para liberar nuestras tierras y a nuestras gentes", explicó Sana, una muchacha atractiva, en un vídeo grabado poco antes de realizar su acción y difundido el martes por la noche por la televisión libanesa.

Cuando a eso de las once de la mañana del martes los soldados israelíes de guardia en un puesto de control de la carretera Bater-Jezzin, a 44 kilómetros al sureste de Beirut, se acercaron al automóvil Peugeot 504 que conducía, Sana provocó el estallido de varias decenas de kilogramos de explosivos cargados en su coche.

La explosión causó la muerte de dos militares israelíes -otros dos resultaron heridos-, mientras un civil druso falleció en el atentado junto con la propia Sana, según el balance facilitado en la noche del martes al miércoles por el portavoz castrense de Tel Aviv.

Pero el Frente Resistencia Nacional, que agrupa a los grupos armados antiisraelíes, ensalzó la acción de su joven militante, asegurando el martes por la noche en un comunicado que "la operación", en la que fueron empleados 200 kilogramos de explosivos, "había costado a los israelíes 50 muertos y heridos".

Vestida con un uniforme militar, con el rostro descubierto y la cabeza destapada, sin el tradicional pañuelo de las musulmanas piadosas, la kamikaze dijo que "estaba tranquila" e iba a llevar a cabo esta operación para cumplir con su "deber ante el pueblo".

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El tercero de 1985

"He visto", prosiguió ante la cámara la protagonista del tercer ataque suicida llevado a cabo este año contra el Tshal (fuerzas armadas de Israel), "la tragedia de nuestras gentes humilladas y oprimidas por una ocupación que mata a niños, mujeres y ancianos". "Espero", añadió haciendo una vaga alusión religiosa que no parece haber inspirado su acción, "que mi alma abrazará los espíritus de los mártires que me han precedido en esta lucha".

"Pido", finalizó, "a todos los chicos y chicas de mi país que se adhieran al Frente de Resistencia Nacional, única organización que puede expulsar al ocupante de nuestra tierra". Sana se había afiliado al Frente este mismo año.

Aunque de confesión shií, la adolescente militaba desde hace más de un año en el Partido Social Nacionalista sirio, una formación laica en la que participan numerosos cristianos y que preconiza la unificación del norte de Oriente Próximo en torno a Siria.

"Es imposible impedir estos ataques suicidas", comentó, por su parte, el primer ministro israelí, Simón Peres, al enterarse de la noticia, "aunque", agregó, "hemos logrado estas últimas semanas limitar sus daños", aludiendo a la prohibición de viajar solo en automóvil por zonas shiies del Líbano meridional para dificultad justamente estos atentados.

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