Chirac y Giscard hacen causa común al aprobar el Gobierno la ley electoral

Los dos partidos más importantes de la oposición, la Asamblea para la República (RPR) y la Unión por la Democracia Francesa (UDF), llegaron ayer a un acuerdo para gobernar juntos en el caso de que ganen las elecciones legislativas de 1986. El documento, redactado en términos bastante vagos, fue dado a conocer precisamente en el mismo momento en que el Consejo de Ministros socialista aprobaba definitivamente el proyecto de una nueva ley electoral introduciendo la proporcionalidad.

El acuerdo para gobernar fue firmado por los presidentes de los dos partidos implicados, Jacques Chir...

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Los dos partidos más importantes de la oposición, la Asamblea para la República (RPR) y la Unión por la Democracia Francesa (UDF), llegaron ayer a un acuerdo para gobernar juntos en el caso de que ganen las elecciones legislativas de 1986. El documento, redactado en términos bastante vagos, fue dado a conocer precisamente en el mismo momento en que el Consejo de Ministros socialista aprobaba definitivamente el proyecto de una nueva ley electoral introduciendo la proporcionalidad.

El acuerdo para gobernar fue firmado por los presidentes de los dos partidos implicados, Jacques Chirac, alcalde de París y líder del RPR, y Jean Lecanuet, líder de la UDF, formación a la que pertenece el ex presidente Valéry Giscard d'Estaing. Consta de tres principios y cuatro objetivos y establece claramente que, caso de ganar los comicios, "gobernarán juntos y sólo juntos", es decir, que ninguno de los dos aceptará compromisos con otras formaciones, sea el ultraderechista Frente Nacional, de Jean Marie le Pen, o los propios socialistas.El documento había sido reclamado con urgencia por los sectores más jóvenes de los dos partidos, preocupados por el cambio del sistema electoral y ansiosos por unir sus fuerzas y barrer a los socialistas del poder, mientras que otros grupos, como el encabezado por el ex primer ministro Raymond Barre, hubieran preferido un debate más prolongado y tranquilo. Los recelos de Barre pueden haber disminuido ante la vaguedad del texto aprobado, en el que no se plantea uno de los problemas fundamentales: saber si los dos partidos negociarán listas únicas o si se presentarán por separado después unirán sus fuerzas. Jean Lecanuet dejó entender que podían combinarse las dos posibilidades, según las regiones, mientras que Chirac mantuvo un discreto silencio.

El acuerdo para gobernar tampoco aclara si la unión de la derecha reclamará la. dimisión del presidente de la República, François Mitterrand, cuyo septenato no acaba hasta 1988. Raymond Barre se ha declarado repetidas veces contrario a toda cohabitación con Mitterrand, mientras que: Giscard d'Estaing se ha mostrado mucho más cauto.

El documento, que tiene tres folios, no contiene un programa de gobierno, sino simplemente líneas generales, sobre las que varios grupos de trabajo reflexionarán hasta el próximo otoño, fecha en la que podría hacerse público un acuerdo más detallado. Los principales puntos aprobados son: defensa de las libertades públicas (con prioridad para la libre elección de escuela y creación de televisiones privadas), reconstrucción del Estado republicano (reforzando la autoridad de las instituciones), recuperación de la economía nacional (con reducción del gasto público y privatización progresiva de empresas estatales) y nuevo esfuerzo para mejorar la defensa.

Giscard d'Estaing, en una carta de felicitación dirigida a Lecanuet, resalta que todavía queda mucho trabajo por hacer, especialmente "precisar los objetivos del Gobierno, es decir, las medidas a adoptar para recuperar la economía del país, haciendo entrar a Francia en la modernidad liberal".

Al anunciar que gobernarán solos, los dos principales partidos de la oposición salen al paso de las acusaciones de los socialistas, según los cuales el RPR y la UDF necesitarán al Frente Nacional para formar Gobierno. El acuerdo firmado ayer descarta completamente esa posibilidad, pero procura atraerse al electorado de Jean Marie le Pen con la promesa de una política de control y limitación de la inmigración (en el respeto a los derechos humanos).

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Los líderes de la derecha clásica aseguran que el Gobierno alienta a los extremistas al querer aprobar una ley electoral proporcional. Jacques Chirac y Jean Lecanuet introdujeron en el documento, en el último minuto, un párrafo por el que se comprometen a volver al sistema mayoritario que ha regido toda la V República.

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