Victor Paz Estenssoro, la opción inevitable

El crecimiento espectacular del partido del ex dictador Hugo Bánzer ha oscurecido a todas las demás fuerzas políticas bolivianas. La izquierda, desprestigiada por la gestión del Gobierno y acorralada por la presión sindical, difícilmente podrá recomponer una fórmula unitaria y confía más en un golpe de Estado progresista que en las elecciones. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), la fuerza sobre la que ha girado toda la política del país desde que tomase el poder por las armas en 1952, se presenta como la única salida, aunque sea una opción gastada, con un líder, el ex presidente V...

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El crecimiento espectacular del partido del ex dictador Hugo Bánzer ha oscurecido a todas las demás fuerzas políticas bolivianas. La izquierda, desprestigiada por la gestión del Gobierno y acorralada por la presión sindical, difícilmente podrá recomponer una fórmula unitaria y confía más en un golpe de Estado progresista que en las elecciones. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), la fuerza sobre la que ha girado toda la política del país desde que tomase el poder por las armas en 1952, se presenta como la única salida, aunque sea una opción gastada, con un líder, el ex presidente Víctor Paz Esterissoro, en la recta final de su carrera, a los 77 años de edad.

Madrid"El hecho de que Bánzer sea en este momento un peligro real, en el sentido de que puede ganar las elecciones, está provocando un movimiento de polarización de toda la izquierda nacional, de todos los sectores progresistas, en torno al único partido que tiene posibilidades electorales y políticas de cortar el paso a una fuerza que bajo la apariencia de la democracia no sabemos exactamente qué es lo que se propone imponer en el país", afirma Julio Garret, presidente del Senado y uno de los máximos dirigentes del MNR.Víctor Paz, al que las encuestas preelectorales sitúan en segundo lugar, tiene grandes posibilidades de volver a ser presidente de Bolivia como resultado de una alianza de todas las fuerzas antibanzeristas en el Parlamento, donde debe elegirse el próximo jefe de Estado si las elecciones del 14 de julio no dan la mayoría a ningún candidato.

El actual ministro de Información, Mario Rueda Peña, mano derecha del presidente Hernán Siles Zuazo, admite que "lo más probable es que en el Parlamento surja un frente de izquierda para votar al candidato que más votos obtenga, como podría ser el caso de Paz Estenssoro". Mario Rueda asegura, sin embargo, que "no estamos muy seguros de que triunfe Bánzer. Ahora bien, si ganara Bánzer por el voto popular, ¿qué se puede hacer? Hay que aceptar la voluntad popular".

El partido de Hernán Siles y de Mario Rueda, el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda (MNRI), no ha decidido todavía cómo y con qué personas se presentará a las elecciones, pero el ministro de Información adelanta que "se baraja el nombre de Roberto Jordán Pando".

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Jaime Paz Zamora, hasta el año pasado fue vicepresidente de Siles, sobrino del líder del MNR, es el partido con más posibilidades entre los situados a la izquierda de Víctor Paz. "Está claro que por el solo hecho de presentarnos tenemos el 90% de posibilidades de ser terceros", considera Jaime Paz.

Los dirigentes del MIR confian incluso en que su trabajo durante la campaña electoral les permitirá situarse en segundo lugar, después de Bánzer. Julio Garret cree, no obstante, que "ésta es una hipótesis que no se puede plantear por reducción al absurdo".

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El MIR, la única fuerza política aparecida en Bolivia en los 10 últimos años capaz de hacer sombra a las tres grandes divinidades forjadas en la revolución de 1952 (Juan Lechín, Víctor Paz y Hernán Siles), han perdido prestigio en los dos últimos años a la misma velocidad que lo ganaba Bánzer. Carece de base social, ha perdido credibilidad entre los trabajadores y los intelectuales y no la ha ganado, a cambio, entre los campesinos y la clase media. Le queda la simpatía de la Embajada de Estados Unidos y el carisma indiscutible de su líder, al que todavía llaman "excelencia" en gran parte del país.

"El MIR, en el que tantas expectativas y tanta confianza depositaron ciertos sectores de la clase política en España, hoy día es un partido que ha demostrado su incapacidad de Gobierno, su incoherencia interna; es un partido dividido, penetrado por el internacionalismo", dice Julio Garret.

El partido de Jaime Paz ha sufrido dos escisiones en el último año. Una, encabezada por Walter Delgadillo, que dejó al MIR sin delegados en la Central Obrera Boliviana, y otra, dirigida por Antonío Aranibal, que le privó de su influencia en el mundo cultural y universitario. "El desgaste que nuestro partido sufrió está compensado por el desgaste mucho menor que sufrió su liderazgo. Es decir, el MIR está en estos momentos mucho menos desgastado que Jaime Paz, y sobre ese liderazgo podemos reconstruir el andarniaje", cree Jaime Paz.

'Nueva mayoría'

El MIR ha elaborado para este nuevo período una propuesta política que sus dirigentes denominan nueva mayoría y que Jaime Paz explica así: "La nueva mayoría es un conglomerado que tiene como columna vertebral un partido-movimiento, que es el MIR, pero donde queremos que se exprese otro tipo de factores sociales que no necesariamente pasen por siglas. La estrategia del MIR en este país pasa por lograr la unidad política de la gran mayoría de la izquierda, porque la mayoría que se formó en 1978 se dispersó durante el mandato del doctor Siles".Por su parte, el MNR, según Julio Garret, propone al país "volver a la línea de la revolución nacional, que es algo muy distinto de la revolución social. Volver a la línea del nacionalismo revolucionario, en lugar de a la línea de la izquierda internacional. Se trata de iniciar una nueva etapa de la revolución nacional de 1952".

Todos se disputan los votos del campesinado -alrededor del 50% de los electores-, al que no tiene acceso Bánzer, quien durante su mandato hizo una política destinada al desarrollo industrial y urbano, en detrimento de la agricultura. Quedan dos incógnitas sin resolver en torno al MNR: si Víctor Paz se presentará en el caso de que las encuestas le den un bajo porcentaje de votos y si el MNR puede mantenerse en el poder en minoría y con el apoyo exclusivo de los campesinos. "Los empresarios tienen dudas de un Gobierno del MNR porque hereda una cierta mentalidad estatizante y porque sólo podría llegar al poder mediante una coalición aún más heterogénea de la que hoy gobierna", comenta un diplomático extranjero.

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