Tribuna:

Hispanorromanos

Sin cerrar la polémica de cuándo históricamente España es España, sabemos que durante un período los habitantes de esta península, para los manuales de texto, fuimos hispanorromanos; ni íberos, ni celtas, ni celtíberos: hispanorromanos y sanseacabó. No nos fue mal aquella colonización. Los romanos hicieron carreteras, arcos de triunfo, se preocuparon por enseñarnos el latín (hablaba el latín hasta el lumpen proletariado hispanorromano) y nos metieron en algunas guerras políticas de primera clase, en las que empezamos a morir por los valores de Occidente. Luego vinieron los bárbaros y se...

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Sin cerrar la polémica de cuándo históricamente España es España, sabemos que durante un período los habitantes de esta península, para los manuales de texto, fuimos hispanorromanos; ni íberos, ni celtas, ni celtíberos: hispanorromanos y sanseacabó. No nos fue mal aquella colonización. Los romanos hicieron carreteras, arcos de triunfo, se preocuparon por enseñarnos el latín (hablaba el latín hasta el lumpen proletariado hispanorromano) y nos metieron en algunas guerras políticas de primera clase, en las que empezamos a morir por los valores de Occidente. Luego vinieron los bárbaros y se comieron los pájaros debajo de los árboles, y a continuación, pues, los moros, la reconquista, la unidad nacional por escrito, la unidad estatal bajo las armas, Franco, Laín Entralgo, Julián Marías, Pujol, el diplomático Palazón, Lola Flores; en fin, la posmodernidad.Pero hete aquí que de pronto nos enteramos que desde hace 10 años la nueva Roma, Estados Unidos de América, ha querido o ha conseguido instalar artefactos nucleares por debajo del nivel de nuestras aguas territoriales y que el Gobierno no sabe, aunque contesta, si estamos en condiciones de controlar o ser controlados por la nuclearización de España. Yo no he visto una bomba atómica en mi vida, pero Alfonso Guerra tampoco, y con todos mis respetos para tamaño intelectual orgánico no está en condiciones de distinguir una bomba atómica de un bidón de media tonelada de catsup. Además, unos espías norteamericanos han rondado la Moncloa tratando de apoderarse de la táctica que utiliza Felipe González para jugar al billar, otros norteamericanos le están a punto de quitar a mi querido Luis Solana ese juguete tecnológico que nos iba a colocar en la punta de la renovación tecnológica y Ronald Reagan vendrá un día de éstos a visitar sus ertzainas. Ante este cúmulo de acontecimientos yo solicito una urgente revisión del tema Qué es España y propongo que, como los alcohólicos anónimos, partamos de asumir nuestra real condición y nos llamemos a partir de ahora hispanonorteamericanos.

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