Informe favorable de Washington sobre los derechos humanos en España

La situación de los derechos humanos en España es buena, con la excepción de denuncias ocasionales de malos tratos y torturas practicados por la policía en la lucha antiterrorista. Ésta es la principal afirmación contenida en el informe anual sobre derechos humanos elaborado por el Departamento de Estado y presentado al Congreso norteamericano. El estudio gubernamental precisa, sin embargo, que el Gobierno español "no siempre ejerce un control suficiente de sus fuerzas de seguridad".El informe recoge datos sobre los derechos humanos en todos los países miembros de las Naciones Unidas y es envi...

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La situación de los derechos humanos en España es buena, con la excepción de denuncias ocasionales de malos tratos y torturas practicados por la policía en la lucha antiterrorista. Ésta es la principal afirmación contenida en el informe anual sobre derechos humanos elaborado por el Departamento de Estado y presentado al Congreso norteamericano. El estudio gubernamental precisa, sin embargo, que el Gobierno español "no siempre ejerce un control suficiente de sus fuerzas de seguridad".El informe recoge datos sobre los derechos humanos en todos los países miembros de las Naciones Unidas y es enviado a los comités de exteriores del Senado y de la Cámara de Representantes, a los que sirve de referencia a la hora de aprobar la ayuda exterior estadounidense a los diferentes países.

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Este estudio difiere sensiblemente del último informe emitido por Amnesty International sobre España. Destaca que España disfruta de todas las libertades y que la democracia ha arraigado y afirma que el Rey "continúa jugando un importante papel unificador legitimado y apoyando el proceso de gobierno democrático".

El documento, que es elaborado por las embajadas de EE UU en cada país, elogia el interés del Gobierno español por promover los derechos humanos en todo el mundo y subraya la participación española en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la creación, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, de una oficina de derechos humanos.

La información disponible, afirma el texto, sugiere que los malos tratos o las torturas policiales son realizadas por personas aisladas sin el conocimiento o complicidad de las autoridades. El informe destaca que, de las 137 denuncias de malos tratos policiales que llegaron a los tribunales en 1984 y de las 11 quejas presentadas ante el Defensor del Pueblo, sólo en dos casos se decidió que los hechos requerían una acción disciplinaria.

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