Las investigaciones policiales se centran en la extrema derecha

Las investigaciones policiales sobre los autores del asesinato de Santiago Brouard, dirigidas hasta el momento por el policía Antonio Rosinos, jefe de la Brigada de Información (antiterrorista) de Bilbao, están orientadas hacia la extrema derecha y descartan absolutamente la participación de ETA en el atentado, una de las hipótesis barajadas por los fiscales encargados del caso. La investigación policial desestima la posibilidad de que fueran los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y no toma interés en seguir esta hipótesis. Aduce que la primera reivindicación del atentado y el posterio...

Las investigaciones policiales sobre los autores del asesinato de Santiago Brouard, dirigidas hasta el momento por el policía Antonio Rosinos, jefe de la Brigada de Información (antiterrorista) de Bilbao, están orientadas hacia la extrema derecha y descartan absolutamente la participación de ETA en el atentado, una de las hipótesis barajadas por los fiscales encargados del caso. La investigación policial desestima la posibilidad de que fueran los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) y no toma interés en seguir esta hipótesis. Aduce que la primera reivindicación del atentado y el posterior desmentido del grupo criminal no respondían a sus métodos habituales.Las averiguaciones de Rosinos se centran en la extrema derecha, aunque no se investiga la eventual conexión de ésta con determinadas personas adscritas a servicios de información estatales.

Las investigaciones policiales tampoco toman en consideración inicialmente la hipótesis de que pudieran ser personas de Herri Batasuna y, según fuentes judiciales, las pesquisas continúan siguiendo la pista de la extrema derecha, aunque tales averiguaciones no constan en el sumario y sólo están informados de ellas el juez de Instrucción número 1 de Bilbao, Arturo González Yagüe, y el fiscal jefe de Bilbao, Fermín Hernández.

Por su parte, el abogado de la acusación particular, Txema Montero, piensa solicitar próximamente que las declaraciones del fiscal apartado del caso, Emilio Valerio, sean incluidas en el sumario y pueda ser llamado a declarar sobre sus polémicas afirmaciones recogidas en los medios de información.

Las armas

Asimismo, la acusación particular piensa pedir un examen microscópico de las armas utilizadas en el asesinato de Santiago Brouard, dato que considera de extrema importancia. El examen de las armas iría destinado a intentar obtener el número de fabricación de cada arma para intentar seguir la pista de cuándo y a quién fueron vendidas en origen y seguir su recorrido hasta España. En opiniones de expertos en armas, la pistola finlandesa, adoptada también por el Ejército sueco y de conocida circulación en Europa en la década de los 40 en círculos fascistas, y el subfusil italiano, marca Army Jager, son actualmente difíciles de encontrar incluso en el mercado negro.

El excelente estado de conservación de las armas hace suponer a estos expertos que sólo pueden haber sido obtenidas por expertos y profesionales en el mercado negro, mediante un antiguo alijo o adquiridas a un coleccionista particular. En cualquiera de los tres casos, si se consiguiera su numeración, la pista sería importante para rastrear su llegada a España. También se piensa solicitar el examen del silenciador utilizado.

La acusación particular piensa seguir instando, a través de los medios correspondientes, a que abran informaciones a los dispositivos de la inteligencia del Estado en el sentido seguido por las hipótesis del fiscal Emilio Valerio.

El abogado Txerna Montero piensa solicitar asimismo al juez encargado del caso que se urja a las autoridades judiciales francesas el ya requerido informe sobre las actuaciones y sumarios abiertos a los GAL, por si en ellos pudiera encontrarse alguna relación en las diligencias abiertas en Francia con el asesinato de Brouard.