El propietario de un supermercado de Tordesillas repartió 160 millones de pesetas

Baltasar Maeso Agüero, propietario de un supermercado en Tordesillas, ha sido quizá quien más ha disfrutado la lluvia de millones que el número 50076 ha regalado a Valladolid. El hombre estuvo varios días con el alma en vilo porque le había desaparecido (al menos eso creía él) un talonario con participaciones del número que a las 11.45 de ayer salió premiado. Maeso dio cuenta a la Guardia Civil y, para sus adentros, estuvo varios días acordándose del supuesto ratero. "Mira que si me toca y por culpa de un desgraciado nos quedamos mi clientela y yo sin un duro; sería un caso para que me sacaran...

Baltasar Maeso Agüero, propietario de un supermercado en Tordesillas, ha sido quizá quien más ha disfrutado la lluvia de millones que el número 50076 ha regalado a Valladolid. El hombre estuvo varios días con el alma en vilo porque le había desaparecido (al menos eso creía él) un talonario con participaciones del número que a las 11.45 de ayer salió premiado. Maeso dio cuenta a la Guardia Civil y, para sus adentros, estuvo varios días acordándose del supuesto ratero. "Mira que si me toca y por culpa de un desgraciado nos quedamos mi clientela y yo sin un duro; sería un caso para que me sacaran cantares en el pueblo", pensó más de una vez. Pero por fortuna el talonario apareció.Quien no podía ahogar su alegría era el niño de ocho años Luis Javier Juárez, vecino de Íscar. Su familia compró bastantes participaciones del 50076 y a él le dijeron que le daban 2.000 pesetas. El crío, rodeado por múltiples vecinos, confesaba a los periodistas que ya tenía pensado lo que iba a hacer con el dinero: "Me voy a comprar 15 ponis para tener en qué montar todos los días". No respiraba tanta candidez otro vecino de Íscar, el jubilado Fermín Esteban Álvarez, quien declaraba con cara de pícaro qué voy a cogerme cuatro o cinco desempleadas y a darles tarea, porque a mis años todavía estoy fuerte". "¿Y a los desempleados qué?", le preguntaba un amigo. "Quita, quita, yo de hombres nada de nada".

Y quien estará diciéndose asimismo que es muy bueno y un genio es un adivino que hace unos días pronosticó que el gordo iba a caer en Villalón de Campos.

Valladolid vivió, junto al dulce del premio, la amargura de una posible tragedia. A las dos de la tarde se corrió el rumor de que habían muerto en accidente de tráfico seis personas que se dirigían a Villalón de Campos para disfrutar del gordo. El rumor se quedó en eso, aunque el accidente existió, si bien el balance fue de dos heridos graves, Mateo Lozano Tamayo y José Bravo Fernández.

Un día en el que, como recordaba un empleado de la Caja Rural que logró cinco millones, por fin Valladolid ha salido en la primera página de la actualidad por algo positivo, nos han caído más de 12.500 millones, y eso, valga la paradoja, no se paga con dinero".