Cartas al director

Democracia sindical

Algún tiempo atrás, EL PAIS informaba de la contestación que en CC OO había contra su secretario general por la actitud de esa central sindical frente al AES, lo que provocó un verdadero festival del victimismo, inundando las páginas de ese periódico con notas y telegramas de adhesión, acusando al Gobierno de instrumentar la información.Ello, evidentemente, impactó a EL PAIS, que después de editorializar sobre la cuestión dio marcha atrás y concedió a los afectados varias páginas con reportajes especiales, y difundió profusamente sus ataques al AES, incluso los más disparatados y menos fundame...

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Algún tiempo atrás, EL PAIS informaba de la contestación que en CC OO había contra su secretario general por la actitud de esa central sindical frente al AES, lo que provocó un verdadero festival del victimismo, inundando las páginas de ese periódico con notas y telegramas de adhesión, acusando al Gobierno de instrumentar la información.Ello, evidentemente, impactó a EL PAIS, que después de editorializar sobre la cuestión dio marcha atrás y concedió a los afectados varias páginas con reportajes especiales, y difundió profusamente sus ataques al AES, incluso los más disparatados y menos fundamentados, tal vez como una compensación por el delito de lesa unanimidad cometido al informar sobre las disidencias internas.

Recientemente se publicó la noticia de que habría discrepancias en el seno de la Comisión Ejecutiva de UGT sobre la negociación del AES y las relaciones con el Gobierno.

Se trató el tema con un espíritu catastrofista, calificando las diferencias dé tensiones.

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En todo caso, esa información demuestra, en primer lugar, que UGT es un sindicato realmente pluralista y democrático, donde las decisiones se discuten profundamente, de lo cual sólo cabe felicitarse; pero también revela que era falsa de falsedad absoluta la noticia dada a principios de septiembre, según la cual el AES ya estaba pactado secretamente por UGT en esas fechas, lo que pone en evidencia la frivolidad informativa que significa repetir, sin verificar, los datos suministrados por CC OO.

Nicolás Redondo y José L. Corcuera, por su honestidad, capacidad y trayectoria sindical, tienen ganado con creces el derecho a discrepar, pero, por otra parte, vale la pena señalar, después de tantos años viviendo en el autoritarismo y las unanimidades forzosas, que la confrontación de las ideas y el respeto a las decisiones mayoritariamente adoptadas son la forma normal de desenvolvimiento de las organizaciones democráticas y, en consecuencia, eso no es noticia de primera plana. A ello deben ir acostumbrándose los partidos políticos, los sindicatos y la sociedad española... y algunos periodistas también.- . Federación Estatal de Textil-Piel de UGT.

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