El primer ministro danés estudia la convocatoria de elecciones anticipadas

Poul Schluter, primer ministro del gobierno conservador de Dinamarca, se enfrenta a una nueva crisis política debido a las divergencias con la oposición sobre las políticas exterior y de seguridad, puestas de manifiesto en el Parlamento, en el que el Gabinete se encuentra en minoría. Al parecer, Schluter estudia superar la difícil situación mediante la convocatoria de elecciones anticipadas.Dos hechos han determinado que vuelvan a la superficie los permanentes desacuerdos sobre estas dos cuestiones entre el Gobierno conservador, minoritario, y la oposición. Uno es la actitud a adoptar en l...

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Poul Schluter, primer ministro del gobierno conservador de Dinamarca, se enfrenta a una nueva crisis política debido a las divergencias con la oposición sobre las políticas exterior y de seguridad, puestas de manifiesto en el Parlamento, en el que el Gabinete se encuentra en minoría. Al parecer, Schluter estudia superar la difícil situación mediante la convocatoria de elecciones anticipadas.Dos hechos han determinado que vuelvan a la superficie los permanentes desacuerdos sobre estas dos cuestiones entre el Gobierno conservador, minoritario, y la oposición. Uno es la actitud a adoptar en la Asamblea de las Naciones Unidas ante una moción presentada por algunos países del Pacto de Varsovia, relativa a la renuncio al primer uso de las armas nucleares en caso de conflicto. El otro se refiere a un informe sobre opiniones de personalidades de la Alianza Atlántica en el que se considera a Dinamarca como el eslabón más débil de la OTAN.

Con respecto al primer punto, el Parlamento danés resolvió por mayoría que la delegación danesa en la ONU debe abstenerse. En anteriores ocasiones -y se da por descontado que ahora también- todos los países miembros de la OTAN han votado en contra de la moción. El Gobierno de Schluter también se ha manifestado en este sentido.

La decisión del Parlamento danés choca frontalmente con la posición del Ejecutivo, que debe ceñirse al mandato del órgano legislativo. Pero, esta vez, el primer ministro está dispuesto a mantener la posición de votar junto a los restantes países de la OTAN, lo que equivaldría a precipitar la crisis y convocar nuevas elecciones. Schluter, de hecho, ya ha declarado que la situación del Gobierno en este asunto ha alcanzado una situación límite y siente el deber de convocar elecciones.

El otro elemento que puesto al rojo vivo las contradicciones en materia de seguridad y política exterior es la difusión de un informe en el que se recogen opiniones de personalidades de la OTAN -entre ellas el secretario general, lord Carrington-, en el sentido de que Dinamarca ha perdido toda credibilidad entre sus aliados y constituye el eslabón más débil de la cadena defensiva occidental.

Tanto para Estados Unidos como para sus aliados de la OTAN, la posición de Dinamarca es motivo de preocupación, y muchos piensan que los daneses deberán optar entre su retirada de la organización y la consiguiente adopción de una política neutral o la asunción plena de sus responsabilidades como miembro.

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