Los avances en el tratamiento del cáncer sólo alcanzan en España a una parte de la población

La eficacia del diagnóstico y tratamiento del cáncer en España es menor de lo que sería deseable por la falta de una planificación de la asistencia y una coordinación de los recursos disponibles, según se ha puesto de manifiesto en el I Congreso Nacional de Oncología Médica, que se clausuró ayer en Barcelona, con la participación de unos 300 especialistas. A esta deficiencia estructural se suman la insuficiente dotación de especialistas en oncología médica y una mala distribución de las plazas existentes.

La falta de coordinación y de planificación de los recursos, entre otros factores,...

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La eficacia del diagnóstico y tratamiento del cáncer en España es menor de lo que sería deseable por la falta de una planificación de la asistencia y una coordinación de los recursos disponibles, según se ha puesto de manifiesto en el I Congreso Nacional de Oncología Médica, que se clausuró ayer en Barcelona, con la participación de unos 300 especialistas. A esta deficiencia estructural se suman la insuficiente dotación de especialistas en oncología médica y una mala distribución de las plazas existentes.

La falta de coordinación y de planificación de los recursos, entre otros factores, determina que los resultados que se obtienen en los centros sanitarios mejor dotados en la lucha contra el cáncer, que son precisamente aquéllos en los que se basan las estadísticas, no sean aplicables a la población general. Dicho de otro modo, los avances en el tratamiento del cáncer en España no alcanzan a toda la población por igual, sino a los sectores limitados con acceso a las mejores instalaciones sanitarias.La asistencia oncológica en los casos de cáncer en los que es posible un diagnóstico precoz podría mejorarse sensiblemente en España si se corrigieran las actuales carencias y los desequilibrios asistenciales, según han declarado a EL PAIS el presidente y el vicepresidente del congreso, los doctores Juan José López López y Pere Viladíu Quemada.

En su opinión, los tres defectos básicos que tiene en estos momentos la asistencia oncológica en España son la falta de coordinación y planificación de los recursos disponibles, la carencia de especialistas en oncología médica y radioterapia y la deficiente atención que merece esta especialidad en los programas de formación de la facultades de Medicina.

"Las instituciones sanitarias ni siquiera han abordado una planificación de los recursos que ya existen. El primer paso debería ser la dotación de equipos profesionales y su posterior coordinación, de acuerdo con las necesidades de la población", indica el doctor Viladíu. "Existen regiones enteras en España en las que no hay ni un oncólogo. La mitad de las provincias no tienen ni un solo especialista en oncología médica y muchas otras tienen servicios totalmente infradotados", añade el doctor López. En su opinión, todos los hospitales generales deberían tener un servicio de oncología, cuyos miembros deberían actuar como consultores para los centros de salud.

En esta insuficiencia hay que buscar las causas de las preocupaciones expresadas por los congresistas en las dos mesas redondas dedicadas a analizar la metodología en el diagnóstico y pronóstico del cáncer y los resultados de los tratamientos. Las intervenciones han demostrado una actitud crítica. "Lo primero que comprobamos es que se producen avances reales en el pronóstico y tratamiento del cáncer, pero estos avances se circunscriben a un grupo de pacientes. La población general no llega a beneficiarse por las razones que ya hemos mencionado y por otras intrínsecas a la propia especialidad".

Atención e investigación

La oncología se distingue de otras ramas de la medicina en que reúne en su práctica la atención asistencial y la investigación a la vez. Si la metodología no es buena, repercute directamente sobre la asistencia, de ahí la necesidad de cuestionar constantemente la eficacia de nuestro trabajo", dice el doctor Viladíu."Por eso", continúa el doctor López, "una de las preguntas que nos hacemos hoy es la siguiente: ¿qué es más importante: dedicar mayor esfuerzo a conseguir un avance en un tumor muy frecuente o dedicarlo a otros tipos de cáncer poco frecuentes, pero con posibilidades de investigación más espectaculares?". "La vida no tiene precio, pero la salud sí lo tiene. Por eso debemos plantear el máximo aprovechamiento del resultado de nuestro trabajo", apostilla el doctor Viladíu.

"Una pregunta a plantear que merece una urgente respuesta es: ¿a qué porcentaje de población llegan en realidad los resultados, los índices de curación y de mortalidad, por ejemplo, que se publican en las estadísticas?", concluye el doctor López.

La importancia de la metodología que se sigue en el tratamiento del cáncer queda en evidencia al comprobar que los resultados que se obtienen en un centro sanitario no son automáticamente reproducibles en otro.

Otra de las preocupaciones expresadas por los congresistas es la actitud que deben adoptar cuando el cáncer ya tratado reaparece de nuevo. En opinión de los doctores López y Viladíu, se actúa en la mayoría de los casos de la misma forma que como se afrontó el cáncer primario, cuando a veces no existe posibilidad alguna de curación. Se hace así por rutina y por la presión que recibe el médico del entorno. Por esto los congresistas consideran urgente ajustar los patrones de seguimiento de los pacientes y elaborar una relación de los tumores que pueden curarse y los que no.

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