La informática entra en la vida cotidiana

El arte de escribir programas

El primero es el Lotus, un programa integrado que tiene todas las funciones más importantes (hoja electrónica, base de datos, gráficos, comunicaciones, proceso de textos) para microordenadores. El segundo es el Wordstar, un paquete para tratamiento de textos; y el tercero, el dBase II, para bases de datos. Los exóticos nombres corresponden a programas destinados a ser utilizados en microordenadores, y la clasificación es la de una lista reciente de los programas más vendidos en el Reino Unido, verdaderos éxitos de venta de la informática.Frente a la gran efervescencia de este sector en ...

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El primero es el Lotus, un programa integrado que tiene todas las funciones más importantes (hoja electrónica, base de datos, gráficos, comunicaciones, proceso de textos) para microordenadores. El segundo es el Wordstar, un paquete para tratamiento de textos; y el tercero, el dBase II, para bases de datos. Los exóticos nombres corresponden a programas destinados a ser utilizados en microordenadores, y la clasificación es la de una lista reciente de los programas más vendidos en el Reino Unido, verdaderos éxitos de venta de la informática.Frente a la gran efervescencia de este sector en los países anglosajones, el tema de la programacíón (un programa es un conjunto de instrucciones que hace que un ordenador realice una función determinada) ha recibido hasta ahora en los demás países desarrollados, y en España también, mucha menor atención que el de las máquinas o hardware. La razón es simple: vender hardware da más dinero. El resultado ha sido una colonización por parte de las empresas norteamericanas tan grande como en el hardware y una cierta desilusión entre muchos usuarios por la poca rentabilidad que les reporta su ordenador, al no disponer de programas suficientes.

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De importar programas sin ninguna adaptación, de forma que no disponían de la letra R, por poner un solo ejemplo, se ha pasado a adaptarlos, pero la producción propia es todavía muy pequeña. Los conocedores del tema reconocen que no es muy dificil hacer programas (la mayoría, en lenguaje Basic), pero advierten de que en esto, como en todo, hace falta tradición y dedicación. Un buen programa es el que es fiable, y sólo es fiable el que ya se ha utilizado muchas veces, es decir, y salvo excepciones, hasta ahora sólo los importados, comercializados por empresas importantes.

Aunque existen desde hace tiempo en España programadores independientes y pequeñas empresas que venden programas originales, es ahora cuando empieza a abrirse el mercado a la comercialización de programas españoles ante la gran demanda que se ha observado. Beatriz Valderrama, de ALEA, una nueva empresa, señala que el objetivo es ir más allá de lo que existe actualmente con fines educativos en el mercado de programas de ordenadores domésticos. "Queremos aprovechar la ventaja de la interactividad del ordenador, que se produzca un diálogo provechoso entre el usuario y la máquina".

Otras empresas ofrecen al programador pulirle sus programas y los manuales que les acompañan, de forma que sean aptos para una comercialización competitiva.

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