La URSS y la paz

En una carta al director, de fecha 30 de septiembre, el periodista moscovita Igor Pavlov criticaba un editorial anterior de EL PAIS que consideraba "que tanto Moscú como Washington son responsables en igual medida por la falta de diálogo serio entre ambos y por el deterioro de las relaciones soviético-norteamericanas...".El punto de vista del señor Pavlov era que "...no hay motivo para mantener esa opinión respecto a Moscú. Por el contrario, la experiencia ofrece pruebas evidentes de que la actual Administración norteamericana nunca ha mostrado intención de dialogar, a pesar de haber hablado d...

En una carta al director, de fecha 30 de septiembre, el periodista moscovita Igor Pavlov criticaba un editorial anterior de EL PAIS que consideraba "que tanto Moscú como Washington son responsables en igual medida por la falta de diálogo serio entre ambos y por el deterioro de las relaciones soviético-norteamericanas...".El punto de vista del señor Pavlov era que "...no hay motivo para mantener esa opinión respecto a Moscú. Por el contrario, la experiencia ofrece pruebas evidentes de que la actual Administración norteamericana nunca ha mostrado intención de dialogar, a pesar de haber hablado de ello... ".

También alegaba que "...la Unión Soviética ha propuesto en múltiples ocasiones a Estados Unidos dialogar sobre los problemas políticos más importantes de cuya solución depende el destino del mundo. Pero nunca ha escuchado una respuesta positiva".

Como lector de la Prensa occidental, esta carta me parece más bien la continuación de una campaña para volver a escribir la historia y así poder oscurecer los hechos que ellos deseen.

En realidad, el mundo recuerda que fue la Unión Soviética quien rompió las negociaciones de Ginebra el pasado año, expresando su intención de no regresar hasta que Occidente retirase sus euromisiles recientemente instalados. Esta reacción soviética no dejó de ser infantil, en el mejor de los casos, si se tiene en cuenta que el bloque occidental mantuvo negociaciones durante cuatro años o más, mientras, por su parte, la Unión Soviética instalaba cientos de sus SS20. ¿Es este el respeto por el "prin-

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