Improbable disolución del Parlamento autónomo

El presidente del Gobierno vasco tiene facultades, como máximo representante de la comunidad autónoma, para disolver el Parlamento autónomo, según prevé la ley de Gobierno aprobada en junio de 1981; sin embargo, no parece probable que Carlos Garaikoetxea adopte esa medida, en el caso de que presente su dimisión. Las fuentes parlamentarias consultadas coinciden en mostrar su opinión contraria a que el lendakari disuelva la Cámara vasca, dado que esa decisión implicaría la inmediata convocatoria de nuevas elecciones autonómicas en el País Vasco, que celebró sus últimos comicios hace apena...

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El presidente del Gobierno vasco tiene facultades, como máximo representante de la comunidad autónoma, para disolver el Parlamento autónomo, según prevé la ley de Gobierno aprobada en junio de 1981; sin embargo, no parece probable que Carlos Garaikoetxea adopte esa medida, en el caso de que presente su dimisión. Las fuentes parlamentarias consultadas coinciden en mostrar su opinión contraria a que el lendakari disuelva la Cámara vasca, dado que esa decisión implicaría la inmediata convocatoria de nuevas elecciones autonómicas en el País Vasco, que celebró sus últimos comicios hace apenas ocho meses.Que Carlos Garaikoetxea presente su dimisión en el caso de que el Consejo Vasco de Finanzas realice una interpretación distinta a la del Gobierno autónomo y el Parlamento vasco sobre la ley de Territorios Históricos es una opción que el mismo lendakari no descartaba ayer, horas antes de que el mencionado organismo celebrase su última sesión.

Tanto si el Consejo Vasco de Finanzas no llega a un acuerdo que refleje la interpretación más estricta de la polémica ley o si el mencionado organismo decide parchear las discrepancias con la presentación de un acuerdo provisional a fin de aplazar la resolución de la crisis nacionalista, son dos razones jurídico-políticas de peso para que el lendakari renuncie, como ya ha anunciado, a continuar en su cargo.

En el caso de la dimisión del presidente del Gobierno vasco, su Gabinete tendría que seguir sus mismos pasos, en buena lógica, no sólo porque se trata de un órgano colegiado sino porque el Estatuto de Autonomía establece, en su artículo 31, que el Gobierno vasco deberá cesar en el caso de dimisión de su presidente.

Por lo demás, el procedimiento de elección de un nuevo presidente del Gobierno vasco es idéntico al realizado en el comienzo de la legislatura. Si Carlos Garaikoetxea cesara como lendakari y, además, presentara su dimisión como parlamentario, el Partido Nacionalista Vasco deberá cubrir la vacante de ese escaño con otro nombre de sus listas electorales, para después proponer al Parlamento vasco otro candidato a la presidencia del Gobierno. Si los restantes grupos del hemiciclo deciden abstenerse a la hora de presentar su propio candidato y designan lendakari al aspirante nacionalista, éste deberá formar nuevo Gobierno.

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