Finaliza sin acuerdo alguno la reunión entre el Gobierno vasco y las diputaciones forales

La reunión celebrada ayer en Vitoria por representantes del Gobierno vasco y de las diputaciones forales de la comunidad autónoma concluyó sin ningún acuerdo sobre la interpretación de la polémica ley de Territorios Históricos, que regula las relaciones entre ambos niveles institucionales. La conversación se desarrolló en el seno del Consejo Vasco de Finanzas (CVF), y se ciñó a la fijación de las aportaciones de cada diputación foral a los presupuestos de la comunidad autónoma. Ambas partes, representantes de las diputaciones y del Gobierno, se limitaron a reiterar sus conocidos y discrep...

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La reunión celebrada ayer en Vitoria por representantes del Gobierno vasco y de las diputaciones forales de la comunidad autónoma concluyó sin ningún acuerdo sobre la interpretación de la polémica ley de Territorios Históricos, que regula las relaciones entre ambos niveles institucionales. La conversación se desarrolló en el seno del Consejo Vasco de Finanzas (CVF), y se ciñó a la fijación de las aportaciones de cada diputación foral a los presupuestos de la comunidad autónoma. Ambas partes, representantes de las diputaciones y del Gobierno, se limitaron a reiterar sus conocidos y discrepantes puntos de vista. La ley fija la fecha del 15 de octubre como plazo máximo para el acuerdo, estableciendo que, de no alcanzarse, será directamente el Parlamento vasco el que resuelva las cuestiones de discrepancia.

Finalizada la reunión, el vicelendakari, Mario Fernández, que actuó como presidente del consejo, declaró que los límites de la posición de su Gobierno son Ios que determinan la soberanía de la Cámara vasca, que aprobó una ley que el Ejecutivo tiene la obligación de aplicar en sus términos". Ambas partes acordaron volver a reunirse el miércoles día 10.

De no ocurrir algún acontecimiento inesperado, las divergencias se mantendrán, por lo que difícilmente se llegará al día 15 con un acuerdo suscrito unánimemente por los seis miembros del CVF. Ello significa que se mantiene el riesgo de una división del Grupo Parlamentario Nacionalista a la hora de votar la propuesta.

De confirmarse esa hipótesis -y al margen de que, con el apoyo previsible de Euskadiko Ezkerra y el no descartable del PSOE, la propuesta del Gobierno prospere en el Parlamento-, lo más probable es que el lendakari, Carlos Garaikoetxea, se vea obligado a dimitir.

El artículo 28 de la ley de Territorios Históricos establece que los acuerdos del CVF se tomarán por mayoría, pero remite a las normas generales de la ley de Procedimiento Administrativo la resolución de situaciones no expresamente previstas en el texto, como la de un eventual empate. De tales normas generales parece deducirse que el presidente del consejo tendrá voto de calidad. De ser así, el CVF aprobará una propuesta concreta merced al voto cualificado de Mario Fernández, pero dificilmente tal propuesta será suscrita por los tres diputados generales -presidentes de las diputaciones-, con lo que todo depende de la actitud que adopte la dirección del Partido Nacionalista Vasco en relación al grupo parlamentario, así como del eco que tal actitud obtenga en los parlamentarios mismos.

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Postura de Xabier Arzallus

Por su parte, Xabier Arzallus, en su primera intervención pública tras su cese como presidente del partido, publicó el domingo en el diario Deia un largo y sutil artículo en el que, partiendo de diversas consideraciones sobre la democracia interna existente en el Partido Verde de Alemamia Occidental, se arriba a la siguiente moraleja: "Ahora que entre nosotros se siente la embestida de tecnócratas y elitistas que hay tantos que por tener mando, o simplemente un puesto administrativo o una carrera, encuentran demasiado pesado aguantar las largas sesiones de una asamblea municipal; ahora que las mejores cuentas corrientes se camuflan bajo el plástico barato de una falsa progresía ( ... ), conviene hacer un alto en el camino y reflexionar sobre lo que tenemos y cómo lo tenemos antes de que lo perdamos y antes de que una casta de políticos y funcionarios convierta a este partido, como les ha pasado a tantos otros, en una máquina electoral muda y domeñada".

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