La Xunta estudia la posibilidad de pedir que Galicia sea declarada zona catastrófica

La Xunta de Galicia estudiará en una próxima reunión la posibilidad de solicitar al Gobierno Central que declare la región zona catastrófica, para paliar los daños provocados en esta comunidad autónoma por los restos del ciclón Hortensia, que han sido particularmente graves en la agricultura. En la residencia sanitaria de La Coruña, donde el jueves ingresaron cerca de medio centenar de personas por lesiones causadas por el vendaval, permanecen internados ocho heridos.

Estimaciones técnicas provisionales elevan las pérdidas en todo caso a "miles de millones de pesetas". El hecho de q...

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La Xunta de Galicia estudiará en una próxima reunión la posibilidad de solicitar al Gobierno Central que declare la región zona catastrófica, para paliar los daños provocados en esta comunidad autónoma por los restos del ciclón Hortensia, que han sido particularmente graves en la agricultura. En la residencia sanitaria de La Coruña, donde el jueves ingresaron cerca de medio centenar de personas por lesiones causadas por el vendaval, permanecen internados ocho heridos.

Estimaciones técnicas provisionales elevan las pérdidas en todo caso a "miles de millones de pesetas". El hecho de que en algunas comarcas fueran derribados robles y castaños centenarios pone de relieve la fuerza inusual que alcanzó el viento, que en el punto de observación de Monte Ventoso (Ferrol), rebasó la velocidad de 150 kilómetros hora. El sector agrícola ha resultado especialmente afectado por la profunda borrasca, que destrozó gran parte de los invernaderos en la zona norte de Galicia y malogró en un 80% la cosecha de maiz. Las pérdidas económicas, no obstante, fueron considerables en el sector mejillonero, con el hundimiento de 157 bateas y deterioros en otras numerosas plataformas. La consejería de Agricultura y Pesca, cuyo titular, Fernando Garrido, preside la comisión de seguimiento, afirmó que los daños en este sector se estiman en 2.000 millones de pesetas. Las especiales medidas de prevención evitaron desgracias irreparables en el mar.

Tras el colapso producido por el Hortensia, con el bloqueo en gran parte de las comunicaciones, Galicia recobró ayer progresivamente la normalidad, aunque persistían algunas dificultades de comunicación en pequeñas localidades. Las autoridades destacaron la eficacia con que han trabajado los equipos de intervención.

Lluvia y granizo en Asturias

La persistente lluvia caída ayer sobre varios puntos de Asturias -en algunas zonas también granizó- constituyó la última secuela del temporal que azotó a la región desde las 11 de la mañana del jueves. Dos personas muertas, cinco heridas de gravedad y considerables pérdidas, aún sin cuantificar, en las cosechas constituían ayer por la tarde el resumen casi definitivo de los efectos del vendaval en Asturias. El fallecimiento de un anciano de 83 años, Arturo Rodríguez, en la localidad occidental de Figueras (Castropol), ocurrido en el transcurso de un incendio que destruyó su domicilio y durante el cual también sufrió graves heridas su esposa, no tuvo relación directa con los efectos del temporal, a juicio de los responsables de Protección Civil. El incendio se originó, al parecer, al encender una vela en la casa -estaba cortada la luz-, y el viento favoreció su propagación.

El temor a los desbordamientos de algunos ríos, ante la persistente lluvia caída durante casi toda la jornada en varios puntos de la región, era la principal preocupación de las autoridades asturianas en la mañana de ayer. Sin embargo, a última hora de la tarde no se tenía noticia de que las aguas de ningún río importante de la región hubieran saltado su cauce, mientras la vida en el Principado recobraba la normalidad. Sólo la flota pesquera permaneció aún amarrada.

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Los responsables de Protección Civil aún no habían evaluado por la tarde las pérdidas materiales ocasionadas por este temporal, aunque un portavoz de este servicio manifestó a este periódico que con los datos recogidos hasta ahora, "no puede hablarse de catástrofe". En cualquier caso, los datos definitivos no podrán conocerse hasta que se centralicen en Oviedo las informaciones procedentes de todos los ayuntamientos asturianos afectados por el temporal.

Protección civil mantenía ayer el dispositivo de alerta en Cantabria, aunque centrado, a diferencia de la jornada anterior, en que la atención estuvo dirigida a los daños que pudiera ocasionar el viento huracanado, en el crecimiento de los caudales de los ríos de la región, algunos de los cuales ofrecían en la mañana de ayer un impresionante aspecto. El río Pas registraba a su paso por Ontaneda una elevación sobre su nivel normal de 3,70 metros, y se acercaba peligrosamente al denominado umbral de alarma que los especialistas de Protección Civil y de la Confederación Hidrográfica, que trabajan conjuntamente en estos casos, han fijado en 3,80 metros. Otro de los ríos cántabros que merecía atención debido a su rápido crecimiento era el Saja a su paso por Cabezón de la Sal.

Ayer fue enterrado en Garcihernández (Salamanca) Felipe Pañero, trabajador de la construcción, de 30 años, muerto el jueves como consecuencia del vendaval, cuando trabajaba con otros compañeros de una cooperativa de construcción levantando una tapia en la localidad de Cabrerizos, cerca de la capital. El accidente que le provocó la muerte se produjo al caer el muro que construían sobre el grupo de trabajadores, cuando descansaban y tomaban el bocadillo al resguardo del viento, que, como se informó ayer, llegó a alcanzar velocidades de hasta 126 kilómetros por hora en la madrugada. La caída de la pared ocasionó también heridas leves en la cabeza a otro trabajador.

La protección civil, 'asignatura pendiente'

La protección civil es la "asignatura pendiente" de todos los españoles, según manifestó ayer el director general de Protección Civil, Antonio Figueruelo, en el Congreso de los Diputados. Tigueruelo dijo, ante la Comisión de Justicia e Interior de esta Cárnara,que "tenemos la protección civil que nos merecemos, ya que, en nuestro país, existe un clima cívico individualista e insolidario". El director de Protección civil acusó a las corporacíones locales de prestar mayor dedícación a las fiestas locales que a protección civil. Con respecto al incendio registrado en la isla de La Gomera, que causó 20 víctimas mortales, Fígueruelo dijo que fue "un dramático accidente" y que "ni con el mejor servicio deprotección civil, se hubiera podido evitar el siniestro".

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