El déficit comercial, un problema para España
Como ocurriera con la visita oficial a Austria del presidente del Gobierno español, Felipe González, en noviembre del pasado año, durante la estancia del canciller Alfred Sinowatz en Madrid el único contencioso bilateral entre Austria y España es el desequilibrio que arrojan los intercambios comerciales entre los dos países (2.750 millones de chelines, unos 24.000 millones de pesetas, en 1983).
El déficit español, triplicado entre 1982 y 1983, se debe en buena parte a la importación de motores y otros componentes desde la fábrica de la General Motors en Austria a su fábrica, de Zara...
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Como ocurriera con la visita oficial a Austria del presidente del Gobierno español, Felipe González, en noviembre del pasado año, durante la estancia del canciller Alfred Sinowatz en Madrid el único contencioso bilateral entre Austria y España es el desequilibrio que arrojan los intercambios comerciales entre los dos países (2.750 millones de chelines, unos 24.000 millones de pesetas, en 1983).
El déficit español, triplicado entre 1982 y 1983, se debe en buena parte a la importación de motores y otros componentes desde la fábrica de la General Motors en Austria a su fábrica, de Zaragoza, donde se instalan en el modelo Corsa. Otras partidas importantes entre las compras españolas son la maquinaria y sistemas de transporte, máquinas especiales, vidrio, acero, prendas de confección, papeles especiales, quesos, fibras textiles y material deportivo.
Las ventas españolas las constituyen fundamentalmente las máquinas herramientas, el cuero, los vinos, las frutas y verduras y otras partidas importantes de goma y confección.
El desequilibrio comercial hispano-austriaco -que en 1983 supuso un crecimiento de las compras españolas de un 102%, frente a un aumento de las ventas a Austria del 29%-, lleva visos de corregirse este año, según reflejan las estadísticas de los primeros siete meses, con aumentos de las ventas españolas en un 44% y las compras con aumentos del 14% sobre el año anterior.
El canciller Sinowatz, en conversación la pasada semana con un grupo de periodistas españoles en Viena, destacó la ausencia de problemas y situaciones conflictivas entre España y Austria. Dijo que durante sus encúentros con Felipe González abordaría posibles "formas de cooperación conjunta en terceros países", sin especificar detalles o modalidades, si bien apuntando la ventajosa posición y conocimiento español del continente latinoamericano.
Situación internacional
Igualmente, el canciller austriaco señaló que en sus conversaciones en Madrid el déficit comercial español seria un punto obligado a tratar, pero sin detallar tampoco fórmulas y medios para equilibrarlo. Sinowatz destacó como objetivo de su visita a España el repaso a la situación internacional y la colaboración que los pequeños países pueden aportar para reducir los actuales niveles de confrontación entre las superpotencias. Desde hace años Austria, un país que en 1918 quedó reducido a un pequeño Estado, ha desarrollado un importante papel en este sentido. Es un lugar de encuentro político y económico en las relaciones internacionales, y su capital, Viena, es sede de importantes organismos y de congresos y conferencias de todo tipo.
La próxima adhesión de España a la Comunidad Económica Europea y las consecuencias que ello pueda suponer para Austria estarán también en la agenda de trabajo del canciller Sinowatz, quien valoró las buenas relaciones que históricamente han mantenido Austria y España, y que él desearía ampliar en todos los campos.
De su visita a Madrid, el canciller austríaco quiso destacar su interés personal por encontrarse con Felipe González, con quien le unen "estrechas convicciones políticas", y a quien calificó como "uno de los grandes estadistas de la Europa actual".