Cartas al director

Las protestas corporativistas

Tras leer una nueva protesta corporativista contra las medidas de reforma que propone la Administración socialista, en esta ocasión la del Consejo General de Colegios Farmacéuticos rechazando el anteproyecto sobre la retirada de medicamentos de "lujo y confort", quiero llamar la atención sobre el hecho de que la reforma que prometió el PSOE en su campaña electoral no puede cimentarse sobre las viejas estructuras corporativistas de la etapa de Franco.Los consejos generales de farmacéuticos, de médicos, etcétera, con su estructura orgánica vertical, son un buen ejemplo de ellas, y antes de inici...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tras leer una nueva protesta corporativista contra las medidas de reforma que propone la Administración socialista, en esta ocasión la del Consejo General de Colegios Farmacéuticos rechazando el anteproyecto sobre la retirada de medicamentos de "lujo y confort", quiero llamar la atención sobre el hecho de que la reforma que prometió el PSOE en su campaña electoral no puede cimentarse sobre las viejas estructuras corporativistas de la etapa de Franco.Los consejos generales de farmacéuticos, de médicos, etcétera, con su estructura orgánica vertical, son un buen ejemplo de ellas, y antes de iniciar ciertas reformas habrá que desmontar estos tinglados o cuando menos articular los medios adecuados para separar de ellos a las personas que, obviamente, no pueden tener acceso a unas reformas que no les interesan en absoluto y contra las que ejercerán toda la oposición y resistencia posible.

Un ejemplo: el presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Ernesto Marco Cañizares, era procurador en las Cortes franquistas, y cuando se votó la reforma política fue uno de los ochenta y tantos que se pronunciaron en contra (cuando gente tan vinculada al antiguo régimen como Pilar Primo de Rivera lo hizo en blanco, exhibiendo un mejor conocimiento de la realidad histórica del momento).

Supongo que los señores Lluch, Lobo, etcétera, conocen este hecho, y espero que acierten en articular la vía jurídica necesaria que permita salvar los obstáculos que los 40 años de dictadura pusieron para frenar el libre paso a un auténtico régimen democrático.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En