RELIGIÓN

Díez Alegría pide a la Iglesia más pluralismo y la superacion de sistemas inquisitoriales

"El deseo de muchos es que la Iglesia avance en democracia interna, en pluralismo y en superación de sistemas inquisitoriales", declaró a este diario el teólogo José María Díez Alegría, quien participa durante esta semana en los debates del IV Congreso de Teología que se desarrolla en Madrid. Díez Alegría, que fue durante 20 años profesor de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Gregoriana de Roma, cree que "la Iglesia católica puede llegar a ser infinitamente más democrática de lo que es hoy".

El tema de la democratización de las estructuras esclesiales preocupa a Díez Alegrí...

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"El deseo de muchos es que la Iglesia avance en democracia interna, en pluralismo y en superación de sistemas inquisitoriales", declaró a este diario el teólogo José María Díez Alegría, quien participa durante esta semana en los debates del IV Congreso de Teología que se desarrolla en Madrid. Díez Alegría, que fue durante 20 años profesor de Doctrina Social de la Iglesia en la Universidad Gregoriana de Roma, cree que "la Iglesia católica puede llegar a ser infinitamente más democrática de lo que es hoy".

El tema de la democratización de las estructuras esclesiales preocupa a Díez Alegría, quien a raíz de la publicación en 1970 del libro La fe que ha dado sentido a mi vida tuvo que abandonar la Compañía de Jesús por discre pancias con el entonces generaí de la orden, Pedro Arrupe. No obstante estos hechos, el ex jesuita cree que "el centralismo, el autoritarismo monárquico, verdaderamente enormes, con los que está de hecho estructurada hoy la Iglesia católica no son algo constitutivo e irreformable".La interacción que inevitablemente se produce entre la sociedad civil y la Iglesia se muestra con mayor nitidez en la democracia, donde se evidencia la separación entre los ámbitos laico y religioso. Díez Alegría opina que en el caso de la transición democrática española, la intervención de "la jerarquía eclesiástica española fue discreta y respetó la autonomía de la esfera civil, sin pretender crear un partido teledirigido por ella misma".

Para el ex jesuita, esta situación eclesial se mantiene, "pero, sin embargo, cuando han ido surgiendo problemas como el del divorcio o el escolar parece que hay una carencia de sensibilidad democrática y de aceptación sin reservas de la autonomía de lo temporal".

Alergia a la izquierda

La actitud de los dirigentes de la comunidad eclesiástica ha sufrido modificaciones con la aprobación de algunas leyes socialistas, "aunque no se da todavía una identificación como la que existe en Italia entre un partido político y la jerarquía católica". "Hay una cierta alergia a la izquierda, que resulta poco racional, -precisa- ya que en España un gran sector de la izquierda tiene una evolución hacia posiciones moderadas que hace curioso que se la siga considerando como izquierda".Algunos sectores opinan que esta alergia a la izquierda se da en sectores vaticanos, y más a raíz de la revisión a que se ha visto sometida la teología de la liberación y la descalificación global del marxismo realizada por un reciente documento de la jerarquía romana. Díez Alegría, no obstante, opina que "las razones de la teología de la liberación se van imponiendo".

Condenas anteriores fueron mucho más duras y hubo incluso excomuniones, "y sin embargo hoy nadie duda que los condenados tenían la razón y que los condenantes estaban regando fuera de tiesto" agrega Díaz Alegría.

Condenar de palabra

El sacerdote, que en la actualidad vive en el barrio madrileño del Pozo del Tío Raimundo, opina que la situación planteada a raíz del documento es que "de palabra hay que optar por los pobres y denunciar tremendamente a los ricos, pero si se trata de pasar de la palabra a la obra, cualquier cosa que intentes no puede hacerse, porque o es marxista, o es lucha de clases, o es clericalismo de izquierda o es totalitarismo". "Entonces", añade, "resulta que el alto clero opta por los pobres, vive como los ricos y pone el grito en el cielo en el momento en que algún clérigo pobre trata de moverse con los pobres para ver cómo pueden respirar".La reciente comparecencia ante la Congregación para la Doctrina de la Fe del teólogo de la liberación Leonardo Boff "huele a inquisición en el sentido de que lo inquisitorial es negativo". La teología, en opinión de Díez Alegría, es "lo que menos se presta a que sometan a uno a un interrogatorio relativamente policiaco en el que se le dice al compareciente: '¿tú dices blanco o negro?, porque si dices blanco te condenamos'".

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