Posibles elecciones anticipadas en Israel, según Peres

Las conversaciones entre el líder laborista, Simón Peres, y el primer ministro y dirigente del Likud, Isaac Shamir, para la formación de un Gobierno de unión nacional, se encuentran estancadas y al borde de la ruptura. El propio Peres afirmó ayer que pueden ser necesarias nuevas elecciones generales en Israel ante el callejón sin salida en que se encuentra la crisis política heredada de las elecciones legislativas de finales del pasado mes de julio. No faltan observadores que acusan a Shamir de torpedear las negociaciones para intentar conseguir el mandanto de formar Gobierno.Las nuevas exigen...

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Las conversaciones entre el líder laborista, Simón Peres, y el primer ministro y dirigente del Likud, Isaac Shamir, para la formación de un Gobierno de unión nacional, se encuentran estancadas y al borde de la ruptura. El propio Peres afirmó ayer que pueden ser necesarias nuevas elecciones generales en Israel ante el callejón sin salida en que se encuentra la crisis política heredada de las elecciones legislativas de finales del pasado mes de julio. No faltan observadores que acusan a Shamir de torpedear las negociaciones para intentar conseguir el mandanto de formar Gobierno.Las nuevas exigencias formuladas por Shamir en nombre de la dirección del Likud han sido consideradas inaceptables por Peres. La coalición del todavía primer ministro exige que la jefatura del Gobierno sea rotativa anualmente, en lugar de cambiar cada dos años, como había sido pactado con el líder laborista.

Shamir ha cuestionado también el nombramiento de Isaac Rabin como ministro de Defensa para el tiempo que dure la actual legislatura y ha endurecido su postura a favor de la intensificación de la colonización judía en los territorios ocupados. Shamir y Peres se acusan mutuamente de la responsabilidad de esta situación de casi ruptura, aunque lo hacen en términos muy moderados, para no cerrar totalmente la puerta a eventuales nuevas negociaciones. Sin embargo, la mayoría de los observadores reprochan a Shamir el haber boicoteado las conversaciones. No obstante, algunos de ellos afirman que Shamir ha carecido de la suficiente fuerza para imponer sus puntos de vista al Likud. "Beguin no lo ha querido", afirman fuentes de la coalición que dirige Shamir.

En espera del desenlace, Peres ha iniciado conversaciones con el Partido Nacional Religioso y la formación política Agudath Israel, para intentar la formación de un Gobierno de "minoría restringida". Sus posibilidades en ese sentido son mínimas, "aunque prometa la mitad del presupuesto nacional a las escuelas de rabinos", afirman los observadores.

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