Cartas al director

'Los hombres pasivos'

Me he sentido gratamente sorprendido al leer el artículo de Rosa Montero titulado Los hombres pasivos, aparecido en su diario del día 22 de agosto.Uno también nació en 1951, como la escritora, y ha observado desde que, por razones obvias, se empezó a interesar por las personas del sexo contrario cómo éstas, sistemáticamente, se han sentido prendadas por un tipo de machos que podríamos describir como atrevidos, quizá algo groseros, poco tiernos y totalmente seguros en su atosigamiento psíquico y manual hacia las chicas de turno. Toda mujer ha sido para ellos mero objeto conquistable (por, no de...

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Me he sentido gratamente sorprendido al leer el artículo de Rosa Montero titulado Los hombres pasivos, aparecido en su diario del día 22 de agosto.Uno también nació en 1951, como la escritora, y ha observado desde que, por razones obvias, se empezó a interesar por las personas del sexo contrario cómo éstas, sistemáticamente, se han sentido prendadas por un tipo de machos que podríamos describir como atrevidos, quizá algo groseros, poco tiernos y totalmente seguros en su atosigamiento psíquico y manual hacia las chicas de turno. Toda mujer ha sido para ellos mero objeto conquistable (por, no decir otra cosa), para lo cual las mentiras han sido casi siempre necesarias así como el desplegar una actividad cercana a la tempestad de movimientos, demostrando unas cualidades cercanas a las de estirpes animales del tipo de los pulpos, buitres, pavos reales, etcétera, sin olvidar a los gorilas.

Eso sí, en esto de las mujeres siempre han sido los listos: no se equivocaban, ligaban.

Ahora, Rosa Montero, en su artículo, vuelve sus ojos hacia otro tipo de machos que, por la descripción que hace de ellos, quitando las exageraciones, probablemente sean en muchos casos simplemente hombres, eso sí, tal vez algo aburridos de su histórico escaso éxito. De todas formas hay que agradecer el que a estos hombres al fin se les demande algo, y creo que esto, junto con el reconocido deseo de encontrar un espacio intermedio más excitante para las relaciones hombre-mujer, creará un cambio cualitativo para un mejor futuro de todos/as-

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