El presidente peruano utiliza al Ejército, por primera vez, contra una manifestación en Lima
Lima amaneció ayer bajo el control del Ejército, después de que el presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry, solicitara por vez primera la participación de los soldados para disolver una manifestación convocada por la izquierda -en protesta por la dureza empleada por el Gobierno en la lucha contra los guerrilleros de Sendero Luminoso y en defensa de los derechos humanos.
La movilización, denominada Marcha de la Paz y de la Justicia Social, fue convocada por un grupo de partidos de izquierda y por representantes de las centrales sindicales representativas del país, y contaba con e...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Lima amaneció ayer bajo el control del Ejército, después de que el presidente peruano, Fernando Belaúnde Terry, solicitara por vez primera la participación de los soldados para disolver una manifestación convocada por la izquierda -en protesta por la dureza empleada por el Gobierno en la lucha contra los guerrilleros de Sendero Luminoso y en defensa de los derechos humanos.
La movilización, denominada Marcha de la Paz y de la Justicia Social, fue convocada por un grupo de partidos de izquierda y por representantes de las centrales sindicales representativas del país, y contaba con el apoyo del alcalde de Lima, Alfonso Barrantes. El acto no pudo celebrarse por la aparición en diversos lugares de Lima de tropas del Ejército que cargaron contra los manifestantes produciendo una veintena de heridos.
Con relación a la aparición de 50 cadáveres el pasado jueves en una fosa común en la región de Ayacucho, donde tropas del Ejército y de la guerrilla libran duros combates, una confederación campesina afirmó ayer que las fuerzas de seguridad estaban detrás de esta matanza. Ayer se encontraron otros 30 cadáveres sepultados al sur de Lima.