El arquitecto encargado de la 'operación Atocha' estima innecesarias algunas obras del proyecto

Rafael Moneo, arquitecto encargado de dirigir el proyecto definitivo de la operación Atocha -en la que se contempla la desaparición del paso elevado (conocido popularmente como scalextric), la creación de una nueva estación de largo recorrido y cercanías y un intercambiador de transporte urbano-, considera que algunas de las 16 directrices que, según la comisión de seguimiento, tendrán que cumplirse no podrán realizarse o no serán exigidas por la dinámica de la ciudad. En especial, Moneo se mostró contrario a la plaza pública, recogida por la comisión del proyecto de Juan Antonio Fernández Ord...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Rafael Moneo, arquitecto encargado de dirigir el proyecto definitivo de la operación Atocha -en la que se contempla la desaparición del paso elevado (conocido popularmente como scalextric), la creación de una nueva estación de largo recorrido y cercanías y un intercambiador de transporte urbano-, considera que algunas de las 16 directrices que, según la comisión de seguimiento, tendrán que cumplirse no podrán realizarse o no serán exigidas por la dinámica de la ciudad. En especial, Moneo se mostró contrario a la plaza pública, recogida por la comisión del proyecto de Juan Antonio Fernández Ordóñez, aunque en la cimentación de la estación de cercanías, sobre la que está proyectada aquella, se calcularán las cargas como si de hecho fuera a ser construida.

El proyecto de Moneo fue elegido como base por la comisión de seguimiento de la operación Atocha, en la que hay representación de Ayuntamiento, Comunidad de Madrid, Renfe y Dirección General de Infraestructura del Transporte del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, después de que cinco equipos presentaran sus ideas a petición del Ayuntamiento. La forma en que se llevaron las reuniones de la comisión y la solución dada al tema provocaron las protestas de los miembros del equipo de Juan Antonio Fernández Ordóñez, pues consideraban que la mayor parte de las directrices que la comisión exige al proyecto definitivo ya estaban recogidas por su proyecto y no por el de Moneo.Entre ellas destaca la construcción de un ágora o espacio para peatones sobre la estación de cercanías que, según la comisión, tendrá que respetarse en el proyecto definitivo. Moneo opina, sin embargo, que "no ve" la plaza peatonal, aunque no considera que en este momento estas diferencias supongan algo insalvable. "Voy a construir la cubierta de la estación de cercanías disponiendo una estructura que permita hacer la plaza peatonal si se necesita", manifestó Moneo.

Según este arquitecto, "el proyecto que elaboraré será prácticamente el mismo ya presentado. Trataré de cumplir las directrices de la comisión o al menos poner las bases para que, si se considera necesario, se puedan realizar, pero estoy convencido que el propio desarrollo del proyecto dará distinta jerarquía a las directrices de la comisión, que, en algunos casos, son hasta contradictorias".

Moneo manifestó que, en contra de algunos rumores, no tenía intención de dimitir ni tampoco había recibido ninguna presión en ningún sentido. "Lo que sí tengo claro es que, si viera que el proyecto no iba a tener la calidad arquitectónica exigible, lo dejaría".

Tres diferencias importantes

A juicio del arquitecto Moneo, su proyecto fue elegido por ser el mejor. En síntesis, contempla la dedicación del lateral de la actual marquesina de la estación, que da a la avenida de la Ciudad de Barcelona a plaza abierta, en tanto el lateral que da a Méndez Álvaro será utilizado como aparcamiento para 141 automóviles y parada de taxis. Enfrentado con la calle de Alfonso XII, detrás de un gran tambor, se ubicará la estación de autobuses y un aparcamiento para 174 coches, así como las escaleras que bajarán desde esta rampa de acceso a las estaciones de largo recorrido y cercanías.El proyecto de Moneo preveía encima de esta última un aparcamiento para 669 automóviles, al que, según su proyecto, se accede por una rampa desde la avenida de la Ciudad de Barcelona. El diseño de Fernández Ordóñez proyectaba, por encima de estación y aparcamiento, una gran plaza abierta, idea que llamó la atención de los miembros de la comisión.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Si éste es uno de los aspectos bien diferenciados de ambos proyectos, lo mismo ocurre con la entrada de la rampa de acceso a la estación, pues Fernández Ordóñez propone que de esta rampa salgan unos planos inclinados que permitan bajar a los automóviles a ambos lados de la actual marquesina. La tercera diferencia importante es el tratamiento que se da en ambos proyectos a la estación nueva de largo recorrido y a su unión con la actual marquesina.

Para Moneo, la solución adoptada para relacionar ambas estaciones, la actual y la futura, quizá sea la más arquitectónica de su proyecto. "Es posible que sea lo más personal, pues un trabajo de urbanismo como es el que se plantea en Atocha lo ves más como una colocación de piezas que tienen que casar". Moneo ha diseñado una sala de 140 columnas de 20 metros de altura, bajo la que irán los 15 andenes de largo recorrido. Sobre ella, una cubierta de hormigón con lucernarios.

De acuerdo con el proyecto de Moneo, la marquesina que cubre la actual estación se cerrará con una fachada similar que da a la glorieta de Carlos V. Esta fachada estaría flanqueda por dos torres coronadas con grandes relojes.

Entre esta nueva fachada y la que tendrá la sala de columnas habrá una gran rampa de acceso de vehículos a ambas estaciones. Por otra parte, Moneo ha previsto que en el interior de la marquesina existan ventanillas de billetes, bares, restaurantes y tiendas, en su mayor parte situados en los laterales, con lo que quedará diáfano el gran vestíbulo resultante.

Archivado En