Descanso y tranquilidad

Más de un millón de familias pasó sus vacaciones de verano el año pasado en el medio rural. La mayoría (43%) de ellos eran matrimonios relativamente jóvenes (menos de 40 años), y un 41 % tenía entre 40 y 60 años. Los cabeza de familia, en el 11 %, tenían estudios universitarios, y el 35%, medios. Madrid, Cataluña y el País Vasco eran el lugar de residencia habitual del 67%, que en un alto porcentaje se quedaba en la misma comunidad autónoma. Es decir, posee ya una vivienda secundaria en el campo.Ésta es una característica del turismo rural. Se dirige mayoritariamente a viviendas de familiares,...

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Más de un millón de familias pasó sus vacaciones de verano el año pasado en el medio rural. La mayoría (43%) de ellos eran matrimonios relativamente jóvenes (menos de 40 años), y un 41 % tenía entre 40 y 60 años. Los cabeza de familia, en el 11 %, tenían estudios universitarios, y el 35%, medios. Madrid, Cataluña y el País Vasco eran el lugar de residencia habitual del 67%, que en un alto porcentaje se quedaba en la misma comunidad autónoma. Es decir, posee ya una vivienda secundaria en el campo.Ésta es una característica del turismo rural. Se dirige mayoritariamente a viviendas de familiares, amigos o propias, pero utiliza muy poco los establecimientos hoteleros y las agencias de viaje para traslados. A pesar de ello, generó un flujo monetario de 67.000 millones de pesetas, con un gasto medio por familia de 65.000 pesetas, relativamente barato si se tiene en cuenta que no incluye los gastos de un alojamiento comercial.

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El 57% de las familias valoran sobre todo la tranquilidad y el descanso, y un 40% de los entrevistados consideran como recurso principal el contacto con la naturaleza, el aire puro y la falta de contaminación y, en general, una calidad de vida -la leche recién ordeñada y los huevos frescos- de la que no se puede disfrutar ya en las ciudades.

Es un turismo también muy asentado. El 71% pasa todos los años sus vacaciones en el Mismo lugar, pero sólo en un 33% es porque tenga familia allí; en cambio, un 43% lo hace simplemente porque les gusta el sitio o ya tiene vivienda allí. Sólo un 17% asegura que repite su lugar de vacaciones porque les resulta más barato; casi el mismo porcentaje, 16%, que los que su motivación es estar casado con un hijo del pueblo.

Para la inmensa mayoría, un desbordante 91%, sus vacaciones son plenamente satisfactorias y no encuentran inconvenientes importantes en el medio rural donde pasaron sus vacaciones; tan sólo señalan algunos problemas de infraestructura y falta de animación.

Esto, generalmente, por parte de los jóvenes, ya que otra de las características del turista rural es que es poco activo. Entre el 65% y el 70%, su actividad principal es descansar; para el 45% pasear, y el 44%, las reuniones y charlas con familiares y amigos.

El turismo rural no es un fenómeno de clase baja, como tópicamente se cree, ignorando que un 60% de la población española no sale de vacaciones. Son los profesionales medios, grandes y medianos empresarios, profesionales liberales, administrativos, autónomos, altos directivos y gerentes los que se distribuyen en pequeñas aldeas y pueblos de montaña en vez de ir a la costa.

El 57% eligió un pueblo del interior; el 32%, un pueblo de la sierra; el 6%, en áreas que no eran pueblos, y el 4%realizó un viaje itinerante por el medio rural. Por último, un 1,5%, unas 15.000 familias, eligió un espacio rural en el extranjero. A la sierra y áreas naturales se dirigen las familias con un nivel económico más desahogado, y aquellas más débiles van en un porcentaje más elevado a los pueblos del interior. La encuesta se ha realizado sólo en poblaciones mayores de 100.000 habitantes.

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