La presidencia de Brasil se disputará entre Paulo Maluf y Tancredo Neves

Brasil empieza a vivir a partir de hoy una densa etapa de disputa política que culminará en enero de 1985, en el colegio electoral que decidirá quién ha de ser el próximo presidente. Por primera vez desde la implantación del régimen militar, hace 20 años, dos candidatos entran en la carrera final por la presidencia de la República: el opositor Tancredo Neves y el oficialista Paulo Maluf.Los dos últimos días definieron la esperada disputa dentro del partido oficialista, el Partido Democrático Social (PDS), sobre su candidato. El diputado Paulo Salim Maluf logró batir, en la convención del parti...

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Brasil empieza a vivir a partir de hoy una densa etapa de disputa política que culminará en enero de 1985, en el colegio electoral que decidirá quién ha de ser el próximo presidente. Por primera vez desde la implantación del régimen militar, hace 20 años, dos candidatos entran en la carrera final por la presidencia de la República: el opositor Tancredo Neves y el oficialista Paulo Maluf.Los dos últimos días definieron la esperada disputa dentro del partido oficialista, el Partido Democrático Social (PDS), sobre su candidato. El diputado Paulo Salim Maluf logró batir, en la convención del partido, al otro postulante, el coronel Marlo Andreazza, ministro del Interior. La victoria del diputado Paulo Salim Maluf fue aplastante: 493 votos contra 350.

Ayer, el principal partido oposicionista, el PMDB, eligió también a su candidato sin mayores problemas: el gobernador del Estado de Minas Gerais, Tancredo Neves, era el único aspirante.

Tancredo Neves y Paulo Maluf entran, a partir de hoy, en una dura campaña que movilizará a la distancia -y sólo a la distancia- la opinión pública del país. Alejados del proceso electoral, los 60 millones de teóricos electores -casi la mitad de la población brasileña- acompañarán cada paso de los dos candidatos en su búsqueda de alianzas que permitan a uno de ellos transformarse en sucesor del general Joâo Figueiredo en la presidencia.

La ventaja de Neves

Bajo ese aspecto, Tancredo Neves sale con cierta ventaja. El PMDB fue ampliado con el respaldo de un fuerte grupo disidente del PDS, encabezado por el vicepresidente de la República, Aureliano Chaves, y por el ex presidente del partido oficialista, el senador José Sarney.Para el candidato oficialista, Paulo Maluf, las alianzas empezarán a ser trazadas ahora. Es verdad que el aspirante derrotado, el ministro Mario Andreazza, se comprometió a darle respaldo y a luchar por la unidad del partido, dividido de manera grave en los últimos dos meses. Pero también es verdad que nadie puede asegurar, a esta altura, cuál será el efectivo control que Andreazza pueda tener sobre sus propios seguidores.

Andreazza logró reunir el sábado 350 votos en la convención del PDS. Pero no se sabe con cuántos votos amaneció hoy: buena parte de los gobernadores y senadores que lo apoyaron el sábado afirman ahora que consultarán sus bases antes de decidirse por respaldar a Paulo Maluf. Por lo menos un podereso cacique político, Antonio Carlos Magalhaes, ex gobernador del Estado de Bahía, ya declaró que no dará ninguno de los votos que controla al candidato Maluf.

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El presidente Figueiredo, que no participó en el proceso de definición del candidato del PDS, ya empezó a moverse para derrotar a la oposición en enero. Hoymismo, Figueiredo recibirá a Paulo Maluf, y esta semana se reunirá con los gobernadores de su partido para trazar una estrategia. Los riesgos de derrota dentro de las reglas creadas por el mismo régimen militar son demasiado graves para que el Gobierno se haga a un lado.

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