Egipto advierte que puede limitar el paso de barcos por el canal de Suez

Aunque al estallar las primeras minas en el canal de Suez y el mar Rojo El Cairo adoptó una actitud timorata y negó prácticamente los hechos, a medida que transcurren los días, Egipto ha ido levantando la voz, hasta el punto de que su presidente, Hosni Mubarak, amenazó, antes de concluir ayer una visita oficial a Yugoslavia, a cualquier barco que ponga en peligro la seguridad de la navegación en sus aguas territoriales.Mubarak sostuvo en la isla yugoslava de Brioni que su país "tenía el derecho de prohibir el tráfico por el canal de Suez a cualquier buque que haga peligrar su seguridad, en vir...

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Aunque al estallar las primeras minas en el canal de Suez y el mar Rojo El Cairo adoptó una actitud timorata y negó prácticamente los hechos, a medida que transcurren los días, Egipto ha ido levantando la voz, hasta el punto de que su presidente, Hosni Mubarak, amenazó, antes de concluir ayer una visita oficial a Yugoslavia, a cualquier barco que ponga en peligro la seguridad de la navegación en sus aguas territoriales.Mubarak sostuvo en la isla yugoslava de Brioni que su país "tenía el derecho de prohibir el tráfico por el canal de Suez a cualquier buque que haga peligrar su seguridad, en virtud de las convenciones de Constantinopla", que confiaron a Egipto la misión de garantizar la libertad de navegación entre el Mediterráneo y el mar Rojo. A su regreso ayer a El Cairo reiteró la misma advertencia y afirmó que no podía estar seguro de que "Irán o Libia no eran responsables" de la acción terrorista.

Con este endurecimiento de su actitud, Egipto intenta no sólo preservar la seguridad de la vía marítima -cuyos derechos de peaje, evaluados para este año en unos 165.000 millones de pesetas, son una de sus principales fuentes de ingresos-, sino acercarse e incluso asumir un cierto liderazgo entre los países árabes moderados ribereños del mar Rojo, profundamente preocupados por la colocación de minas en unas aguas surcadas por numerosos petroleros.

Más aún que las declaraciones oficiales, la Prensa cairota pone de relieve la aparente determinación del régimen de Mubarak de poner orden en el canal. El órgano oficioso del Gobierno, Al Ahram, reveló ayer, por ejemplo, que un navío con bandera libia fue apresado y registrado por la Marina de guerra egipcia, que descubrió a bordo armas destinadas a Etiopía.

Ese mismo rotativo señalaba, por otra parte, que Egipto ha "formulado una advertencia" a Irán -principal potencia sospechosa del entorpecimiento del tráfico marítimo-, y aseguraba que "si se llegan a probar las presunciones contra Teherán, El Cairo dispone de los medios necesarios para disuadirle" de seguir perpetrando tales acciones.

Ayuda provisional

Para cubrirse ante los países árabes progresistas, que le reprochaban "echarse en brazos de Occidente", Mubarak recalcó que la ayuda prestada por las marinas de EE UU, el Reino Unido y Francia para localizar y desactivar las minas "será provisional".El barco norteamericano Shreveport partió ayer de la base de Rota (Cádiz), con cuatro helicópteros dragaminas a bordo, rumbo a la zona en la que se encuentran las minas. Un número n.o precisado de dragaminas británicos y franceses llevan también el mismo rumbo y unirán sus esfuerzos, a mediados de la próxima semana, a los de seis barcos de guerra egipcios.

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