España y los 'diez', en la última fase de la negociación

El referéndum sobre la OTAN, baza ante la CEE

La fecha definitiva de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea y la tramitación del necesario refrendo por los Parlamentos de los diez de la CEE no sólo condicionarán la fecha de convocatoria por el Gobierno de Madrid del referéndum sobre la permanencia o no de nuestro país en la OTAN, sino que incluso pueden influir en la orientación que se dé a tal referéndum, según fuentes del Ejecutivo. Las mismas fuentes consideraron "indiscutible" que el Gobierno español "establece una fuerte conexión entre entrada en el Mercado Común y permanencia en la OTAN".Según estas fue...

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La fecha definitiva de la entrada de España en la Comunidad Económica Europea y la tramitación del necesario refrendo por los Parlamentos de los diez de la CEE no sólo condicionarán la fecha de convocatoria por el Gobierno de Madrid del referéndum sobre la permanencia o no de nuestro país en la OTAN, sino que incluso pueden influir en la orientación que se dé a tal referéndum, según fuentes del Ejecutivo. Las mismas fuentes consideraron "indiscutible" que el Gobierno español "establece una fuerte conexión entre entrada en el Mercado Común y permanencia en la OTAN".Según estas fuentes, el equipo de Felipe González no descarta usar el referéndum de la OTAN como "baza negociadora" cara al Mercado Común. Así, la tramitacíón en los Parlamentos de los 10 países comunitarios de la adhesión española a la CEE podría condicionar decisivamente el calendario político del Gabinete. La probable entrada española en la CEE el 1 de enero de 1986 deberá ir necesariamente precedida, en 1985, por la preceptiva ratificación del protocolo de adhesión en los Parlamentos de los 10 países miembros del Mercado Común. En opinión de varios miembros del Gobierno español, los posibles reparos que algunos de los diez pudiesen poner a esta adhesión quedarán notablemente reducidos si Madrid se reservase "la baza OTAN".

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Sería, por tanto, absurdo, de acuerdo con estas fuentes, convocar el referéndum antes de que los Parlamentos de las naciones comunitarias rubriquen el protocolo. Un resultado negativo en este referéndum podría hacer, además, que el camino español hacia la CEE sé viese imprevistamente dificultado.

Ello significaría, de prosperar estas tesis, que el prometido referéndum acerca de la permanencia o no de España en la Alianza Atlántica y las modalidades de tal permanencia, se celebraría en la primera parte de 1986, y no en el primer trimestre de 1985, como se había especulado. Los imperativos legales distancian la celebración de un referéndum de cualquier elección, legislativa o autonómica. Por ello, la última oportunidad de convocar la consulta popular sobre la OTAN se centraría en los tres primeros meses de 1986, y ésta es, se asegura, la hipótesis barajada actualmente por los hombres de Felipe González, que no contemplan un posible adelantamijento de las elecciones generales "a menos que ocurran imprevistos".

El hecho de que el referéndum se aplazase hasta después de que se haya formalizado la adhesión a la CEE no significa, añaden los medios gubernamentales, que el presidente González no pueda hacer pública su postura sobre la Alianza en los próximos meses. El propio González anunció hace dos semanas su intención de clarificar la posición oficial sobre la permanencia en la OTAN antes de la celebración del 30º congreso federal del PSOE, que se celebrará a mediados de diciembre de este año.

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