Mondale busca vicepresidente y Hart no se da por vencido

La elección presidencial estadounidense, prevista para el próximo 6 de noviembre, se disputará casi con total seguridad entre el actual presidente, el republicano Ronald Reagan, y el ex vicepresidente Walter Mondale. Éste, en la larga carrera de primarias y caucuses celebrada a lo largo y a lo ancho de Estados Unidos durante los últimos meses, ha logrado un número de delegados por encima de los 1.967 necesarios para la designación automática en la convención de San Francisco del 16 al 20 de julio. Tras el último supermartes (el 5 de junio) Mondale cuenta ya con 2.008 compromisarios.

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La elección presidencial estadounidense, prevista para el próximo 6 de noviembre, se disputará casi con total seguridad entre el actual presidente, el republicano Ronald Reagan, y el ex vicepresidente Walter Mondale. Éste, en la larga carrera de primarias y caucuses celebrada a lo largo y a lo ancho de Estados Unidos durante los últimos meses, ha logrado un número de delegados por encima de los 1.967 necesarios para la designación automática en la convención de San Francisco del 16 al 20 de julio. Tras el último supermartes (el 5 de junio) Mondale cuenta ya con 2.008 compromisarios.

, La resistencia a abandonar la lucha del máximo rival de Mondale, el senador por Colorado Gary Hart -con algunas posibilidades teóricas aunque muy pocas prácticas de dar la vuelta a la situación-, sólo contribuiría, de mantenerse, a aumentar la división en el seno del Partido Demócrata y a disminuir las posibilidades de batir al actual inquilino de la Casa Blanca.

Hart, con unos 1.300 delegados, se encuentra demasiado distanciado de éste como para que su confianza en lograr que un número suficiente de compromisarios abandonen el bando de su rival y pasen al suyo merezca ser tomada demasiado en serio. Aun así, ha anunciado que seguirá luchando "con espíritu positivo" hasta la convención. No obstante, una ojeada al proceso previo a la designación de candidato muestra que Hart ha conseguido calar hondo en amplias capas del electorado demócrata. El oeste ha sido suyo y los mordiscos a Mondale en el este han sido también considerables.

Los principales líderes demócratas piden unidad, y puede que Hart acabe haciendo caso al líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Thomas O'Neill, quien le dijo el pasado jueves: "Serás buen presidente, pero no este año". Hart no quiere pasar por el aguafiestas de la convención de San Francisco, pero insiste en que la campaña no ha acabado" en la pugna por el liderazgo demócrata a candidato presidencial. Hart alega que hay que esperar unas semanas, hasta que se publiquen los primeros sondeos que demuestren que Mondale no es el mejor candidato para ganar a Reagan.

El número dos

Mondale ha decidido formar un comité para buscar un candidato a la vicepresidencia. Es evidente que para los demócratas un equipo Mondale-Hart, el primero como aspirante a presidente y el segundo a vicepresidente, sería el mejor tándem para aglutinar al electorado. Por el momento, el eventual compromiso queda aún lejano, con grandes incógnitas de que Hart, de 47 años, un hombre con gran reserva para el futuro acepte ir de copiloto con Mondale. Aunque en política todo es posible.Otra candidatura eventual para la vicepresidencia podría ser presentada al indiscutible líder de la minoría negra, el reverendo Jesse Jackson, que a lo largo de las elecciones primarias se reveló como el mejor orador y un político muy hábil, y que ha conquistado cerca de 400 delegados. Un equipo Mondale-Jackson uniría a los demócratas de las minorías étnicas (negros e hispanos, en especial) tras los demócratas, aunque quizás asustaría a las capas más tradicionales del partido, sobre todo al voto judíonorteamericano, muy sensible a las posturas pro árabes de Jackson. Tampoco hay que excluir que Mondale ofrezca la candidatura a la vicepresidencia a una mujer (se habla de Dianne Fenstein, alcaldesa de San Francisco; de Geraldine Ferraro, congresista de Nueva York, y de Patricia Schreder, congresista de Colorado), habida cuenta de que el 53% del electorado es femenino.

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