Sobre sueldos milirares

En relación con la información aparecida en EL PAÍS número 2.520, de fecha miércoles 22 de febrero del presente año, escrita por C. Castán, de Madrid, le expongo lo siguiente:Referente a lo que el señor Castán expone, manifestando que "un sargento, último en la escala militar, cobra en 1984 más que un funcionario del Cuerpo General Administrativo con nivel 14", he de decirle que no sé lo que cobran los funcionarios de ese nivel, ni me importa, pero lo que sí sé es que, a pesar de la extensa y deformada en muchos casos publicidad sobre los sueldos de los militares, la realidad es que en líquido...

En relación con la información aparecida en EL PAÍS número 2.520, de fecha miércoles 22 de febrero del presente año, escrita por C. Castán, de Madrid, le expongo lo siguiente:Referente a lo que el señor Castán expone, manifestando que "un sargento, último en la escala militar, cobra en 1984 más que un funcionario del Cuerpo General Administrativo con nivel 14", he de decirle que no sé lo que cobran los funcionarios de ese nivel, ni me importa, pero lo que sí sé es que, a pesar de la extensa y deformada en muchos casos publicidad sobre los sueldos de los militares, la realidad es que en líquido la subida de un sargento le ha representado unas 3.000 pesetas.Respecto a su expresión "a la función pública se llega mediante oposición de dificultad no desdeñable, sobre todo por el número de aspirantes, mientras que en el Ejército basta con reengancharse...", el señor Castán manifiesta un total desconocimiento de la situación, toda vez que para ser sub-oficial en el Ejército de Tierra es necesario ganar una oposición frente a 16.000-18.000 aspirantes para las 1.000 o 1.200 plazas convocadas para ingresar en la Academia General de Suboficiales de Tremp (Lérida).

Esto no es reengancharse, señor Castán. Antes de hablar debería documentarse, porque el suboficial, aparte de tener unos elevados conocimientos para vivir la profesión militar, requiere una acendrada vocación. Hace muchos años, cuando no existía la Academia de Suboficiales de Tremp, existía otra en Hoyo de Manzanares, donde para poder acudir a efectuar el curso para ser suboficial había que demostrar una valía y una vocacíón durante muchos años en su unidad. Aquellos que su conducta no fuera correcta o no tuviesen los conocimientos adecuados para ser suboficiales no se les aprobaba su permanencia en filas; por tanto, no tenían acceso a la citada academia, así que nunca fue como usted manifiesta; siempre ha habido que "sudar la camiseta", como vulgarmente se dice.

En cuanto a lo que manifiesta respecto a "los militares disponen de viviendas situadas en las mejores zonas de las ciudades, por las que pagan 4.000 pesetas de alquiler...% ojalá todos los suboficiales Pasa a la página 13