Las empresas de menos de 500 trabajadores son las que más dinero emplean en despidos

Las empresas con plantillas de menos de 500 trabajadores son las que más dinero destinan a reducir su personal mediante bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas, según un estudio realizado por el Ministerio de Economía y Hacienda sobre una muestra de 351 empresas que agrupan a 479 centros de trabajo y dan ocupación a unos 836.000 trabajadores. El metal fue el sector que más dinero destinó a este fin -7.828 millones de pesetas-, y la factura que el Estado y las empresas encuestadas hubieron de pagar por bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas se estima en más de 172.000 millones.
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Las empresas con plantillas de menos de 500 trabajadores son las que más dinero destinan a reducir su personal mediante bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas, según un estudio realizado por el Ministerio de Economía y Hacienda sobre una muestra de 351 empresas que agrupan a 479 centros de trabajo y dan ocupación a unos 836.000 trabajadores. El metal fue el sector que más dinero destinó a este fin -7.828 millones de pesetas-, y la factura que el Estado y las empresas encuestadas hubieron de pagar por bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas se estima en más de 172.000 millones.

Las empresas de menos de 500 trabajadores son las que más dinero destinan a propiciar las bajas voluntarias de su personal, y también las que mayor coste destinan a jubilación anticipada, según un estudio elaborado por la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía. El estudio se ha realizado dentro del informe sobre negociación colectiva de 1983, que utiliza una muestra de 351 empresas que engloban a 479 centros de trabajo y un total de 836.000 trabajadores.Esta apreciación coincide, por otra parte, con los datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que apuntan a que son precisamente las empresas con plantillas entre 100 y 500 trabajadores las más afectadas por expedientes de rescisión de contratos.

Los costes totales de las bajas producidas por jubilaciones anticipadas y despidos incentivados, en la muestra, alcanzaron en 1982 un importe de 27.341 millones de pesetas, de los que 8.176 millones se destinaron a pagar jubilaciones anticipadas y 14.044 millones a despidos voluntarios. El metal fue el sector que mayores cantidades destinó a estos fines, con 7.828 millones de pesetas, seguido por otras industrias manufactureras, con 4.177 millones de pesetas. Según el estudio, ello significa que el 1,4% de la masa salarial bruta del total de las empresas se dedica a aligerar plantillas.

Más de un billón de pesetas

El informe subraya que las grandes empresas contenidas en la muestra han pagado cerca de 27.000 millones de pesetas por ajustar sus plantillas, a lo que habría que sumar el coste que para el Estado supone un jubilado o un desempleado más. Los cálculos realizados en el citado informe, apuntan a que el Instituto Nacional de Empleo o la Seguridad Social deben abonar en torno a los 145.000 millones de pesetas. Ello significa que la factura total de las bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas para las empresas y las Administraciones públicas ascendería a 172.372 millones de pesetas.Extrapolando esta cifra al conjunto de los trabajadores asalariados, el coste total de los despidos voluntarios y bajas anticipadas, considerando el gasto originado por los trabajadores inactivos y lo que se deja de percibir en concepto de cotización a la Seguridad Social, supera con creces el billón de pesetas, según los cálculos más optimistas.

La empresa pública paga menos que las privadas por aligerar sus plantillas mediante la jubilación anticipada, 6,62.000 pesetas frente a 1,67 millones de media, respectivamente. Y también destina cantidades menores al despido voluntario -1,2 millones, frente a 1,73 millones de las privadas-, lo que según el documento se debe fundamentalmente a la mayor estabilidad en el empleo que ofrecen las empresas públicas. Las privadas satisfacen un incentivo tres veces superior en jubilaciones anticipadas que el que ofrece la empresa estatal.

Las empresas con pérdidas, aunque pagan peor las jubilaciones anticipadas, ofrecen más dinero por la baja voluntaria.

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