Los manejos del centralismo

Nuevamente el centralismo, por medios perfectamente infernales que prefiero no entrar a examinar, ha montado una batalla campal entre el Barcelona y el Athlétic de Bilbao, con el evidente objeto de echar abajo las tentativas de los nacionalismos de ambas comunidades para sacar adelante lo que se ha dado en llamar (quizá con escatológica ironía centralista) operación Roca.

Cualquiera que esté al tanto de los manejos históricos del centralismo con el fin de agotar las no menos históricas y hasta prehistóricas fuentes de nuestra paciencia, se habrá dado cuenta al instante de la mani...

Nuevamente el centralismo, por medios perfectamente infernales que prefiero no entrar a examinar, ha montado una batalla campal entre el Barcelona y el Athlétic de Bilbao, con el evidente objeto de echar abajo las tentativas de los nacionalismos de ambas comunidades para sacar adelante lo que se ha dado en llamar (quizá con escatológica ironía centralista) operación Roca.

Cualquiera que esté al tanto de los manejos históricos del centralismo con el fin de agotar las no menos históricas y hasta prehistóricas fuentes de nuestra paciencia, se habrá dado cuenta al instante de la maniobra: separar sentimentalmente a las aficiones de ambos equipos, emblemáticos de sus respectivas nacionalidades, como primer paso para destruir la afinidad y simpatía políticas que las une desde el inicio de la lucha común por la autonomía.

Quiero levantar mi voz contra esta maniobra. Quiero denunciarla. Quiero, desde la inigualable perspectiva histórica que ofrece ver el futuro desde lo alto de una gabarra o subido al más inescalable pináculo de la Sagrada Familia, invitar a ambas aficiones a no caer en las nuevas provocaciones, de corte sólo aparentemente futbolístico, urdidas por el centralismo. No nos dejemos engañar, afición. ¡Gracias, afición! /