Elecciones autonómicas de Cataluña del 29 de abril

Esquerra no descarta la colaboración con los socialistas

Esquerra Republicana de Catalunya, el partido del actual presidente del Parlament, Heribert Barrera, ha planteado esta elección con el objetivo de luchar por la supervivencia política como grupo parlamentario. Las encuestas electorales pronostican un apreciable bajón de ERC, que podría traducirse en una drástica reducción de su presencia parlamentaria -pasar a renovar únicamente dos de los 13 escaños de la pasada legislatura- o, incluso, situarse en terreno extraparlamentario.El temor a la marginación política está obligando a ERC a desarrollar una campaña con críticas a CiU y PSC que no c...

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Esquerra Republicana de Catalunya, el partido del actual presidente del Parlament, Heribert Barrera, ha planteado esta elección con el objetivo de luchar por la supervivencia política como grupo parlamentario. Las encuestas electorales pronostican un apreciable bajón de ERC, que podría traducirse en una drástica reducción de su presencia parlamentaria -pasar a renovar únicamente dos de los 13 escaños de la pasada legislatura- o, incluso, situarse en terreno extraparlamentario.El temor a la marginación política está obligando a ERC a desarrollar una campaña con críticas a CiU y PSC que no comporte su descarte para una eventual participación o apoyo al Consell Executiu que salga que los comicios. ERC no quiere que su colaboración con CiU le cierre la puerta de los socialistas. Barrera admitió en el debate sostenido en TV-3 por los principales candidatos, cierta forma de colaboración con los socialistas "estemos donde estemos". No obstante, los ataques a las dos fuerzas políticas mayoritarias en Cataluña permiten a ERC exhibir su nacionalismo y su vocación de partido de izquierda. "¿Es Convergéncia una auténtica opción nacionalista?", se preguntaba Barrera durante la precampaña, para continuar, acto seguido, interrogándose sobre si los socialistas son auténticamente de izquierda.

Esta campaña de ERC va dirigida a defender un espacio político que le disputa otra candidatura, la Entesa de l'Esquerra Catalana, plataforma electoral que cuenta con ex militantes de ERC críticos a Barrera y que denuncia -con argumentos diversos a los que utilizan socialistas y comunistas- la colaboración regular que ha prestado el partido a la política de CiU. Por ello, Esquerra resucita en sus mítines el tema de la forma de Estado: "Llegará el día", indicaba Barrera el pasado fin de semana, "en que volvamos a celebrar el 14 de abril en República".

ERC ha presentado un programa económico radicalmente distinto al del resto de las formaciones políticas catalanas, con una fuerte dosis de originalidad. Al contrario de los partidos de la izquierda, que centran la recuperación en el terreno de la industria, ERC apuesta por la agricultura: "Podemos hacer chupa-chups y cosas así, pero no electrónica, porque no podemos competir en los sectores punta con los japoneses", según Barrera, quien añade: "Lo de reindustrializar equivale a lo que quiso hacer Franco".

La lucha contra la crisis, según Barrera, no se puede realizar si no se producen traspasos de competencias en el terreno económico "y el único partido que pide este poder, mediante la reforma del Estatuto, es Esquerra". Esta reforma del texto autonómico catalán fue boicoteada por las demás fuerzas parlamentarias.

La pérdida de esta baza política, el fracaso de las negociaciones para formar una coalición con Nacionalistes d'Esquerra -un sector de nacionalismo más radical- y la plataforma creada por estos ha venido a dispersar, según los sondeos, el voto destinado a ERC. La escisión de los renovadores del partido -críticos a la colaboración con Pujol- ha debilitado, además,la imagen electoral de ERC.

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