La Internacional Socialista busca un espacio autónomo para Europa que suavice el enfrentamiento Este-Oeste

La Internacional Socialista (IS) intenta rescatar para Europa sus señas de identidad y conseguir un espacio político nuevo, diferencial y autónomo, que mitigue la hostilidad entre Washington y Moscú. Este es el resultado del encuentro "entre viejos amigos" celebrado durante el pasado fin de semana en Madrid entre el ex canciller de la RFA Willy Brandt (presidente de la IS), el ex canciller austríaco Bruno Kreisky y el anfitrión de ambos, Felipe González, presidente del Gobierno español. Kreisky y González son vicepresidentes de la organización socialista. América Central y Oriente Próximo inte...

La Internacional Socialista (IS) intenta rescatar para Europa sus señas de identidad y conseguir un espacio político nuevo, diferencial y autónomo, que mitigue la hostilidad entre Washington y Moscú. Este es el resultado del encuentro "entre viejos amigos" celebrado durante el pasado fin de semana en Madrid entre el ex canciller de la RFA Willy Brandt (presidente de la IS), el ex canciller austríaco Bruno Kreisky y el anfitrión de ambos, Felipe González, presidente del Gobierno español. Kreisky y González son vicepresidentes de la organización socialista. América Central y Oriente Próximo integraron, junto a Europa, la agenda de las reuniones mantenidas en el palacio de la Moncloa.

Bruno Kreisky, de 73 años, definió la situación internacional como la de más alta tensión desde la guerra fría". Negó que en Europa "exista motivo alguno para afirmar que nos encontramos en vísperas de una conflagración", pero subrayó que nuestro continente "posee la más peligrosa acumulación de armas de toda su historia".A una pregunta de este diario sobre qué margen de autonomía política ante las superpotencias le quedaba hoy a Europa, como unidad política diferencial, Felipe González aseguró que el margen será el que Europa quiera tener. "Hay que reconocer que existe una profunda desconfianza entre Estados Unidos y la Unión Soviética". Desde la época en la que Willy Brandt lanzó la ostpolitik, su política orientada hacia al Este europeo, señaló González, "Europa occidental ha conseguido acumular una mayor sensibilidad y un mayor conocimiento acerca de Europa del Este".

Distensión

El jefe del Ejecutivo y líder socialista español, a sus 42 años el más joven de los reunidos, aseguró que "Europa debe aprovecharse de esta experiencia para crear elementos de distensión entre el Este y el Oeste", de modo que al mismo tiempo "se afirme la autonomía europea ante la tensión entre Washington y Moscú, y entre el Norte industrial y el Sur subdesarrollado o en vías de desarrollo".

En el mismo sentido se pronunció Willy Brandt, de 70 años, presidente de la Internacional Socialista, quien señaló que "no siempre es conveniente esperar hasta que Estados Unidos se mueva para empezar a actuar. Hemos conversado sobre la evidencia de una serie de cambios y modificaciones positivos que se presentan entre Europa Occidental y Europa Orienta¡, a nivel económico y comercial, bilaterales, que pueden ser un buen medio para contribuir a mejorar razonablemente las relaciones políticas entre el Este y el Oeste", añadió Brandt. El presidente del Gobierno español puso de relieve la interrelación entre el incremento de la tensión internacional y la carrera de armamentos. Frente a esta ecuación, Felipe González opuso la que a su juicio debe existir entre el desarme y la política para el desarrollo, el nuevo orden económico internacional, que la IS preconiza en los foros internacionales, junto a otras organizaciones, para la solución de la mayor parte de los conflictos.

Más adelante, y a propósito del minado de puertos nicaragüenses por parte de agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos, junto con contrarrevolucionarios, el presidente González dijo que los hechos denunciados por tres diarios norteamericanos (The Wall Sreet Journal, The New York Times y The Washington Post) "revisten extrema gravedad y muestran una situación muy preocupante, ya que implicarían una violación de las relaciones internacionales".

La paz se aleja

Para Felipe González, si los hechos quedan probados aparejarían "el reconocimiento de una participación abierta de Estados Unidos en el conflicto centroamericano", lo cual, a su juicio, "carece de justificación y nos aleja de la paz".

Ponderó más adelante la necesidad de fortalecer iniciativas como la de Contadora, apoyada por la Internacional Socialista y que, a su juicio, no puede ser criticada desde ninguna posición. "¿Podría hablarse todavía de paz sin Contadora?", se preguntó. "Contadora ha querido dar solu ciones regionales a conflictos regionales", explicó Felipe González, "lo cual es un modo de evitar que un conflicto local, zonal, pase a convertirse en una escalón más de la escalada de tensión entre el Este y el Oeste". En el examen de la situación política latinoamericana se pusieron de relieve los "desarrollos positivos de la situación en Argentina, tras el acceso al poder de Raúl Alfonsín; las expectativas abiertas por la situación en Uruguay; la evolución de la política brasileña y la preocupación por los acontecimientos en Bolivia".