Tras la expansión, reducción

El proyectado plan de reordenación del cultivo tabaquero pretende volear parte de las producciones de negro a rubio, así como reducir excedentes del primero en las zonas donde más han crecido.De las 17 provincias cultivadoras, Extremadura -casi todo por Cáceres- representa un 75%. En Canarias, la inexistencia del monopolio y de las compras obligatorias ha desincentivado la expansión durante los últimos años, hasta el punto de que las Islas Afortunadas prácticamente no cultivan (su elaboración se basa en importaciones), aunque el organismo autonómico proyecta recuperar lo perdido. En Andalucía,...

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El proyectado plan de reordenación del cultivo tabaquero pretende volear parte de las producciones de negro a rubio, así como reducir excedentes del primero en las zonas donde más han crecido.De las 17 provincias cultivadoras, Extremadura -casi todo por Cáceres- representa un 75%. En Canarias, la inexistencia del monopolio y de las compras obligatorias ha desincentivado la expansión durante los últimos años, hasta el punto de que las Islas Afortunadas prácticamente no cultivan (su elaboración se basa en importaciones), aunque el organismo autonómico proyecta recuperar lo perdido. En Andalucía, Levante, Asturias, Toledo, Pontevedra y Navarra tampoco ha crecido mucho la producción.

En síntesis, el plan se orienta a reducir en unos cinco millones de kilos por campaña (11% de la producción actual) el cultivo de Burley fermentable (para negro, con secado natural). Paralelamente, potenciará la de tabacos de mayor demanda (Burley procesable y rubio de Virginia), entre 1985 y 1989.

Para afrontar las inversiones necesarias en secaderos y otras instalaciones, siempre voluntarias, la Administración entregará entre 140 pesetas por cada kilo de Burley fermentable que se reconvierta a otros cultivos, 120 pesetas por el paso al tipo Virginia y 20 por kilo de Burley fermentable a procesable. Asimismo, distintas inversiones serán subvencionadas en un 20% y financiadas a 10 años con otro 70% de su valor. Para los cultivadores que se comprometan a iniciar el proceso en 1985 -siempre cuando produzcan más de 2.000 kilos al año, lo que excluye de entrada al 65%-, el aumento de precios será del 12% al 9,34%, frente al 7% o la estabilidad prevista para el resto. Según el plan, sólo 1.485 de los 14.850 cultivadores tendrán que cambiar de producción y de ellos únicamente 528 tendrán que reducirla porcentajes superiores al 10%.

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