El Ejército español se equipara con misiles antiaéreos Roland, de fabricación franco-alemana, valorados en 30.000 millones

El presidente del Gobierno, Felipe González, anunciará en las próximas horas la adquisición para el Ejército de Tierra de misiles antiaéreos Roland, fabricados por la firma franco-germana Euromissile y valorados en unos 30.000 millones de pesetas, con lo que se pondrá fin a un programa iniciado hace ya cinco años que ha sufrido constantes retrasos, criticados por el Estado Mayor del Ejército. El plazo de ofertas concluye hoy, pero en medios. oficiales se insinuó ayer que "la decisión, última podía atrasarse por los recientes conflictos políticos. que afectaron las relaciones entre España y Fra...

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El presidente del Gobierno, Felipe González, anunciará en las próximas horas la adquisición para el Ejército de Tierra de misiles antiaéreos Roland, fabricados por la firma franco-germana Euromissile y valorados en unos 30.000 millones de pesetas, con lo que se pondrá fin a un programa iniciado hace ya cinco años que ha sufrido constantes retrasos, criticados por el Estado Mayor del Ejército. El plazo de ofertas concluye hoy, pero en medios. oficiales se insinuó ayer que "la decisión, última podía atrasarse por los recientes conflictos políticos. que afectaron las relaciones entre España y Francia". En los últimos días, los representantes del misil británico Rapier, último competidor del Roland, rebajaron en un 10% el precio inicial de su oferta.

Aunque los términos del acuerdo final no se conocían ayer, fuentes militares señalaron que la oferta de Euromissile, que será aceptada por Felipe González, incluye la adquisición de 18 lanzadores y de unos 500 misiles. Por un presupuesto cercano también a los 30.000 millones de pesetas, British Aerospace, fabricante del Rapier, ofrecía en los últimos días 26 lanzadores y más de 700 misiles. En ambos casos, no se contemplaban compras directas, sino programas de colaboración y contraprestaciones estimadas en el 55% del presupuesto total.Debido a estas contraprestaciones, la industria española podrá fabricar varias piezas, realizar el montaje final del sistema y exportarlo a terceros países, sobre todo de Latinoamérica y Oriente Próximo. La Empresa Nacional Santa Bárbara fabricará la cabeza de guerra y posiblemente el motor, mientras otras empresas de propiedad estatal y privada fabricarán diversos sistemas electrónicos.

Beneficios para Francia

La decisión del Gobierno español supondrá importantes beneficios para la firma francesa Aerospatiale, fabricante también del misil Exocet y principal empresa del consorcio Euromissile. A comienzos del presente año, en medios gubernamentales españoles se comentó la posibilidad de que España rechazara algunas fuertes compras de material bélico francés, a raíz de los problemas políticos existentes con el país vecino. La situación política se ha deteriorado recientemente tras el ametrallamiento de dos pesqueros vascos por parte de un buque de guerra francés. No obstante, fuentes oficiales señalaron ayer que "también existen problemas políticos de mayor peso" en los casos del sistema estadounidense Chaparral y del británico Rapier.

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Con respecto al caso norteamericano, el Gobierno español ya anunció que reduciría sus compras de material procedente de EE UU, después de que el Pentágono decidió a principios de este mes adquirir el avión británico Sherpa en lugar del Aviocar español. En cuanto al Rapier, fuentes gubernamentales señalaron que "el problema de Gibraltar dificulta una colaboración en el terreno militar", según precisaron.

En círculos oficiales se admitió desde principios de año que la decisión sobre los misiles antiaéreos era una "decisión política, basada fundamentalmente en razones políticas". Los últimos análisis y evaluaciones militares favorecieron un acuerdo de ese tipo, ya que el Ejército de Tierra no se definió por ningún misil en particular porque entendía que los cuatro en competición podían cubrir sus necesidades.

La decisión sobre importantes programas de adquisición de armamento, como es éste caso, corresponde al Consejo de Ministros. Sin embargo, y como ya ocurrió en mayo del pasado año en el caso del FACA (Futuro Avión de Combate y Ataque), el Gobierno acordó en su reunión del pasado miércoles delegar en Felipe González todas las competencias sobre la decisión final. Fuentes oficiales del Ministerio de Defensa aseguraron que, con el acuerdo del Gobierno, "se pretende apurar hasta el último momento las negociaciones con las dos empresas en litigio". Sin embargo, fuentes de Euromissile afirmaron ayer que sus representantes ya cerraron su oferta hace varios días y dieron por concluidas las negociaciones. Por el contrario, dirigentes de la firma Arnesa, representante de British Aerospace en España, señalaron que ellos siguen negociando.

El Consejo de Ministros también acordó excluir definitivamente del programa al sistema estadounidense Chaparral. Esta decisión aún no había sido comunicada ayer de forma oficial a los representantes en España de Ford Aerospace, fabricante del misil, quienes comentaron con gran extrañeza la actitud del Gobierno español de anunciar la exclusión de un sistema pocos días antes de anunciar la decisión final, extremo que fue criticado por estos representantes.

Más caro y más eficaz

El programa de adquisición de misiles antiaéreos se planteó después de que el Ejército de Tierra pusiera de manifiesto que en España no existía ningún sistema de armas eficaz contra aviones de combate que pudieran atacar el territorio nacional a grandes velocidades y a muy baja altura. Por el contrario, países potenciales enemigos de España, como los situados en el norte de África, poseen desde hace años misiles antiaéreos para la defensa a baja altura.

Los nuevos misiles estarán situados en las proximidades del estrecho de Gibraltar, en las costas sur y de Levante, en las cercanías de las principales bases aéreas y navales y en torno a las principales unidades acorazadas del Ejército de Tierra. Posiblemente, también se decida destinar alguna unidad de este tipo a Canarias y a las plazas de Ceuta y Melilla.

El sistema Roland, que puede ser montados obre vehículos acorazados o camiones, está integrado básicamente por un radar de captación del blanco, un calculador emisor, un sistema de guiado automático, un radar de seguimiento y los misiles. El misil, de 2,40 metros y 65 kilogramos, se desplaza a velocidad supersónica y puede alcanzar blancos situados a una distancia máxima de 6.000 metros o a una altitud de 3.000 metros.

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