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La relación petrolera hispano-mexicana

A los siete años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y México, el petróleo se ha convertido en uno de los intercambios comerciales más importantes de todo este período. El autor de este artículo afirma que la relación petrolera entre España y México ha demostrado ser sólida y saludable, a pesar de la inestabilidad geopolítica del abastecimiento de petróleo, de los problemas internos que han tenido que afrontar ambos países, como la reconversión industrial del sector petrolero español, y por la nueva situación que se derive del futuro ingreso de España en la Comunid...

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A los siete años del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y México, el petróleo se ha convertido en uno de los intercambios comerciales más importantes de todo este período. El autor de este artículo afirma que la relación petrolera entre España y México ha demostrado ser sólida y saludable, a pesar de la inestabilidad geopolítica del abastecimiento de petróleo, de los problemas internos que han tenido que afrontar ambos países, como la reconversión industrial del sector petrolero español, y por la nueva situación que se derive del futuro ingreso de España en la Comunidad Económica Europea.

Hoy hace siete años que se reanudaron las relaciones diplomáticas entre España y México. Durante este período, ambos países han enfrentado grandes retos. Basta señalar el éxito singular del proceso de democratización español, las dificultades económicas que impuso a España la recesión internacional, el ajuste a los nuevos precios del petróleo y los preparativos para ingresar en el Mercado Común europeo. A su vez, México experimentó una fase de auge sin precedentes, seguida por la crisis económica más profunda de su historia contemporánea. Hoy vivimos un proceso de ajuste económico que está sentando las bases para llevar a cabo cambios estructurales que la modernización del país hacen necesarios.En los últimos siete años, las relaciones económicas entre España y México se ampliaron y profundizaron de manera extraordinaria Cambió el orden de magnitud del comercio no petrolero entre ambos países, así como de las conversaciones hispano-mexicanas. Sin embargo, ha sido el vínculo petrolero que hemos desarrollado cuidadosamente el que más ha condicionado estos flujos de capital y de comercio.

Cooperación tecnológica

Las exportaciones de petróleo mexicano a España se iniciaron en la práctica en 1979. El año pasado, México se convirtió en su principal fuente de suministro de petróleo crudo. A su vez, España se constituyó en el segundo cliente de México, después de Estados Unidos. La factura petrolera mexicana en España superó los 1.600 millones de dólares. Esta cifra incluye tanto petróleo crudo y productos petrolíferos como productos petroquímicos básicos. Todo parece indicar que este año su monto será un poco mayor.

La relación petrolera hispano-mexicana se caracteriza por su magnitud, así como por ser multifacética. Hoy día, todos los refinadores españoles procesan crudos mexicanos. Nuestras ventas se distribuyen equilibradamente entre el Estado, las empresas estatales de refino y las privadas. Además del petróleo crudo, México vende volúmenes significativos de productos petrolíferos y petroquímicos básicos. Por otra parte, se maquila petróleo crudo mexicano en refinerías españolas, las cuales exportan los productos obtenidos a Europa. Se maquilan también crudo y productos primarios, enviándose el producto terminado a México. Petróleos Mexicanos importa lubricantes y productos petroquímicos españoles, lo que ha convertido a México en el principal cliente en el exterior de varias empresas españolas. Finalmente, debe hacerse mención a la cooperación que en materia tecnológica se realiza entre el Instituto Mexicano del Petróleo, Pemex y Petronor para la construcción y puesta en marcha de una planta catalítica.

En materia petrolera, la presencia de México, en España no se limita al terreno comercial. Pemex cuenta con un paquete de acciones importante en Petronor. Es así la única sociedad no española que participa en la industria de refino de este país. Este vínculo amplía y fortalece nuestros intereses comunes: no sólo somos un importante abastecedor de petróleo, somos también un socio de la industria española. Con nuestras contrapartes en este país conversamos tanto en mesas de negociación como en las de un consejo de administración. La relación petrolera entre España y México ha demostrado ser sólida y perdurable, a pesar de los altibajos del mercado internacional y los problemas internos que han enfrentado los dos países. Tan notable estabilidad se explica por el significado de dicha relación para cada una de las partes. Uno de los aspectos fundamentales de la política petrolera internacional de México es la importancia asignada a la diversificación de mercados. España ocupa un papel privilegiado en su lista de clientes y es una pieza clave de su estrategia comercial. Por su parte, España depende vitalmente de la importación de hidrocarburos para su abastecimiento energético. México es su principal y más seguro proveedor de petróleo crudo, o sea, una pieza clave en abastecimiento nacional.

Las repercusiones del ingreso en la CEE

Es necesario insertar el tema del suministro petrolero en el contexto actual de las relaciones comerciales entre España y México. Como hemos visto, en brevísimo plazo se ha construido un robusto puente comercial entre ambos países. Si bien en fechas recientes se han reducido nuestras compras de mercancías españolas, ello se debe, ante todo, a la difícil coyuntura económica que México atraviesa, y no a un cambio de tendencia. De hecho, el petróleo ha servido, entre otras cosas, para mantener a un alto nivel nuestro intercambio comercial, salvando así los peligros provocados por la fricción pasajera y evitando que ésta tenga consecuencias a más largo plazo.

La cooperación petrolera hispano-mexicana deberá hacer frente a diversos problemas que se vislumbran claramente. Sobresalen entre ellos la inestabilidad geopolítica del abastecimiento de petróleo crudo y la reconversión industrial del sector petrolero español, particularmente a la luz del ingreso de España en la Comunidad Económica Europea.

La complementariedad de nuestros sectores petroleros permite dar mayor seguridad al abastecimiento petrolero y propicia la competitividad de la industria petrolera española. Estos dos objetivos de la política petrolera, en muchas ocasiones incompatibles, pueden ser alcanzados en cierta medida, a través de la cooperación hispano-mexicana. Así, nuestra tarea está bien definida: partiendo de lo logrado hasta ahora debemos, españoles y mexicanos, trabajar mancomunadamente en los problemas que plantea una nueva fase de nuestra relación petrolera. Tendremos que desplegar toda nuestra imaginación para hacer frente constructivamente a los retos que se plantean en esta nueva fase de la cooperación petrolera entre ambos países.

es director general de Petróleos Mexicanos (Pemex) y miembro del Gabinete económico del presidente La Madrid.

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