El Gobierno de Murcia embarcaba en inversiones desorbitadas para sus medios

El Gobierno de la región de Murcia se había embarcado en proyectos de alto riesgo, para los que precisaba una capacidad financiera desproporcionada con sus posibilidades reales. En una comunidad cuyo presupuesto global es de 17.000 millones de pesetas, el equilibrio del dimitido Andrés Hernández Ros había preparado operaciones valoradas en 11.000 millones: canal propio de televisión, compra de la mayoría de la sociedad que posee el Casino del Mar Menor, renovación de un hotel de lujo, instalación de un tren aéreo, adquisición de barcos, creación de una productora de cine, entre otros.

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El Gobierno de la región de Murcia se había embarcado en proyectos de alto riesgo, para los que precisaba una capacidad financiera desproporcionada con sus posibilidades reales. En una comunidad cuyo presupuesto global es de 17.000 millones de pesetas, el equilibrio del dimitido Andrés Hernández Ros había preparado operaciones valoradas en 11.000 millones: canal propio de televisión, compra de la mayoría de la sociedad que posee el Casino del Mar Menor, renovación de un hotel de lujo, instalación de un tren aéreo, adquisición de barcos, creación de una productora de cine, entre otros.

Además de estos proyectos, ya evaluados y en parte negociados con distintos promotores y entidades de crédito, sobre las mesas de trabajo del Gobierno regional se acumulaban numerosas peticiones de ayuntamientos y otras entidades, la mayor parte fruto de la oferta realizada por el presidente en la campaña electoral de 1983, para resolver los problemas de cada localidad durante sus cuatro años de gestión. Una primera estimación de tales iniciativas realizada por la Administración autónoma había arrojado una cifra aproximada de 2010.000 millones de pesetas como valor del paquete de iniciativas pendientes.El conocimiento de esta situación alarmó profundamente a las autoridades económicas del Gobierno central, que temieron la posibilidad de un agujero incontrolable en la comunidad autónoma de Murcia, sobre todo tras las negativas experiencias empresariales intentadas por el equipo de Hernández Ros durante la etapa preautonóma.

Uno de los miembros dimisionarios del Gobierno regional, José Molina, reconoce que el riesgo era tan alto que la autonomía murciana se desliza "hacia la quiebra financiera". Este consejero presentó la dimisión de su cargo a finales de febrero pasado, decisión en la que le acompañaron otros dos miembros del Gabinete regional -José Luis Albacete y José Morales-, lo cual abrió la crisis política en dlicha comunidad. El intento de soborno a dos periodistas locales, para que dejaran tranquilo a Hernández Ros, se produjo con posterioridad a dichas renuncias y en vísperas de la reunión del comité regional del PSOE que iba a examinar las soluciones a esa crisis política.

El candidato a la sustitución de Hernández Ros como presidente autonómico, Carlos Collado, ha anunciado la ruptura con la línea anterior y el comienzo de una etapa de austeridad.

[PP] Página 13

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