Editorial:

Editores en México

POR TERCERA vez en 88 años, los editores del mundo se han reunido en una capital de lengua española: México. La Unión Internacional de Editores (UIE), que reúne a los representantes de las asociaciones editoriales de más de medio centenar de países, y que se constituyó en París en 1896, ha celebrado su XXII Congreso Internacional en la capital mexicana, reuniendo a cerca del millar de representantes. Era también la tercera vez que este congreso se celebraba fuera del marco europeo -antes lo fue en Washington y en Tokio-, y en el área de nuestro idioma, los dos congresos anteriores tuvie...

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POR TERCERA vez en 88 años, los editores del mundo se han reunido en una capital de lengua española: México. La Unión Internacional de Editores (UIE), que reúne a los representantes de las asociaciones editoriales de más de medio centenar de países, y que se constituyó en París en 1896, ha celebrado su XXII Congreso Internacional en la capital mexicana, reuniendo a cerca del millar de representantes. Era también la tercera vez que este congreso se celebraba fuera del marco europeo -antes lo fue en Washington y en Tokio-, y en el área de nuestro idioma, los dos congresos anteriores tuvieron lugar en Madrid, en 1908, y en Barcelona, en 1962. Actualmente la presidencia de la UE la ocupa, hasta el próximo mes de junio, un editor español: Manuel Salvat.La crisis económica ha afectado gravemente a la industria editorial en el mundo entero. Pero, a pesar de todo, el sector ha mostrado una solidez cierta, que permite mirar hacia el futuro con,esperanza. En 1975 se editaron en el mundo 568.000 títulos, mientras que la cifra, para 1980, fue de 126.500. Este crecimiento no es coyuntural, sino permanente, y hasta puede ser considerado muy pequeño si se compara con el que podría darse en un mundo más desarrollado en el terreno cultural y educativo.

El acercamiento a Latinoamérica, simbolizado con la reunión en México, supone una aproximación a la lengua española, frente al tradicional predominio anglosajón en el mundo editorial internacional. En el ámbito de nuestro idioma se publican al año 53.000 títulos -30.000 de ellos en España, y el resto, en América Latina, sin contar los 13.000 títulos editados en Brasil-, muy lejos todavía de los 726.500 del total mundial; pero, de hecho, el español puede convertirse en el segundo idioma editorial del mundo.

En el congreso, en el que también han participado importantes escritores, se ha tocado una serie de temas de gran importancia para el mundo de la edición; de ellos, entre los más destacados se cuentan el de las nuevas tecnologías de información, reto que los editores ya están asumiendo, o los de la piratería y la reprografía ilegal, procedimientos de reproducción contra los que se impone un combate a fondo; un combate que no sólo tiene que ser legal, sino también económico, mediante el abaratamiento de los precios del libro, para lo que no hay más solución que la permanente ampliación del mercado. Pero sin duda una de las novedades del congreso han sido también las voces que se han elevado en favor de la libre circulación del libro, entre ellas, la del presidente de la Federación de Editores Españoles.

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Este tema de la libre circulación del libro es fundamental para el ámbito hispánico, y más todavía en el latinoamericano, donde destaca la acción del grupo regional de la UIE, el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina (CELAL). La crisis económica ha golpeado fuertemente a los centros editoriales más importantes de la América hispana, donde, aparte de las barreras institucionales, existen otras coyunturales para el tráfico editorial, entre las cuales la más importante es actualmente la de los medios de pago y las oscilaciones monetarias. Las enormes y.sucesivas devaluaciones de algunas monedas de estos países, junto con los problemas para hacer frente a su deuda externa, han supuesto verdaderos colapsos en el comercio editorial en lengua española. Las exportaciones españolas han decrecido, por ejemplo a Argentina, en un 72%; a México, en un 28%, y a Venezuela, en un 6%; aunque, caso excepcional, hayan subido en un 100% a Colombia. Pero al mismo tiempo, por poner otro ejemplo, la producción ha descendido en Argentina en un 48% en 1982 y en un 55% en 1983.

En México se han oído muchas voces de todo el mundo, entre ellas las españolas y latinoamericanas, mostrando que existen todavía ideas, iniciativas y voluntad de abordar en profundidad los problemas. Sería conveniente que este significativo capítulo de la historia editorial del mundo no quedara tan sólo en palabras.

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