Recelo policial a que brigadas de seguridad ciudadana estén al mando de militares

La crisis policial abierta en Barcelona ante el temor de la supresión de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, crisis calificada por los responsables barceloneses de los sindicatos profesionales de "muy grave", esconde el temor de los miembros el Cuerpo Superior de Policía de Barcelona a que las brigadas de seguridad ciudadana pasen a estar controladas por militares adscritos a la Policía Nacional.Un portavoz de la Unión Sindical de Policías (USP) para quien "los militares, lejos de abandonar la policía, que debe ser estrictamente civil, pretenden ocupar una de las principales ramas de ...

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La crisis policial abierta en Barcelona ante el temor de la supresión de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, crisis calificada por los responsables barceloneses de los sindicatos profesionales de "muy grave", esconde el temor de los miembros el Cuerpo Superior de Policía de Barcelona a que las brigadas de seguridad ciudadana pasen a estar controladas por militares adscritos a la Policía Nacional.Un portavoz de la Unión Sindical de Policías (USP) para quien "los militares, lejos de abandonar la policía, que debe ser estrictamente civil, pretenden ocupar una de las principales ramas de la policía española: la de los radiopatrullas".

"De llevarse a cabo esa supresión, todos los coches patrullas que operen en las ciudades españolas estarán controladas por militares, que, aunque adscritos a la Policía Nacional, siguen sin querer renunciar a su condición de militar", explicó ayer a este diario el portavoz en Cataluña del sindicato policial Plataforma Unitaria de Policías (PUP).

La Brigada Regional de Seguridad Ciudadana de Barcelona, como en las otras jefaturas policiales del país, se encarga de controlar el servicio del 091; de la seguridad de todo tipo de congresos y certámenes; de la distribución de escoltas para proteger a las personalidades; del régimen de trabajo de las empresas de seguridad, de las de investigación privada y de los vigilantes jurados; y de la distribución de los vehículos zetas.

Por otra parte, y como reflejo de, esa crisis entre policías nacionales procedentes del Ejército e inspectores del Cuerpo Superior, el jefe de la Brigada Regional de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, y todos los jefes de los grupos que la componen, siguen en disposición de presentar su dimisión al jefe superior de Barcelona si no se adoptan medidas contra el comandante Manuel Zoyo Moya, actual coordinador de las Unidades de Radiopatrulla de la Policía Nacional.

En declaraciones a Efe, el portavoz del Sindicato Unificado de la Policía, sindicato no legal de la Policía Nacional, explicó que "el comandante Zoyo se cree el dueño de la policía de Barcelona: hace lo que le da la gana y ni el gobernador civil ni el jefe superior de Policía ni el coronel de la Policía Nacional hacen nada para pararle los pies".

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Este Comandante, procedente del Ejército, puso en marcha el pasado lunes un nuevo plan de seguridad ciudadana sin la autorización de Tomás Gómez Arias, responsable de la citada brigada, ni la del propio Agustín Linares Molina, jefe superior de Policía de Barcelona. La acción del comandante provocó, además, una enorme confusión entre los radiopatrullas.

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