Una secretaria de la Embajada de Holanda, hallada muerta en su chalé con el cráneo destrozado

Marina de Pree, de 36 años de edad y de nacionalidad holandesa, que trabajaba como secretaria en la Embajada de Holanda en Madrid, fue encontrada muerta ayer en su domicilio particular, en un chalé de la calle Valle Laciana de la colonia Mirasierra, en el distrito de Fuencarral. De Pree, según la Jefatura Superior de Policía, fue hallada recostada en un sofá sobre la una de la tarde. Presentaba una gran herida en la cabeza, al parecer producida con un objeto contundente, que prácticamente le destrozó el cráneo.La fallecida trabajaba como secretaria del agregado agrónomo de la legación diplomát...

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Marina de Pree, de 36 años de edad y de nacionalidad holandesa, que trabajaba como secretaria en la Embajada de Holanda en Madrid, fue encontrada muerta ayer en su domicilio particular, en un chalé de la calle Valle Laciana de la colonia Mirasierra, en el distrito de Fuencarral. De Pree, según la Jefatura Superior de Policía, fue hallada recostada en un sofá sobre la una de la tarde. Presentaba una gran herida en la cabeza, al parecer producida con un objeto contundente, que prácticamente le destrozó el cráneo.La fallecida trabajaba como secretaria del agregado agrónomo de la legación diplomática, señor Roele quien al comprobar que la empleada no acudía a su puesto de trabajo y no respondía al teléfono llamó a su esposa, Jossien, y le pidió que se dirigiera al chalé de la secretaria situado no lejos del suyo. Jossien y uno de los vecinos de la víctima, que al parecer tenía una copia de las llaves de la vivienda, fueron quienes encontraron el cadáver, según informó la agencia Efe.

Según las primeras estimaciones, derivadas del examen ocular del lugar de los hechos realizado por la policía, parece descartarse que el móvil del homicidio fuera el robo, ya que no se observó ningún desorden en las habitaciones de la casa. El autor o autores del crimen debieron de sorprender a Marina de Pree, según se señala en la información policial, sentada en el sofá, y ésta no debió apercibirse de la agresión, puesto que tampoco se han apreciado señales de lucha.

Las ventanas del chalé en el que la mujer vivía desde hace cuatro o cinco años, según informaron los vecinos, estaban totalmente cerradas por dentro y la policía encontró rastros de sangre en el pomo de la puerta de entrada.

Según el adjunto de la sede diplomática, apellidado Pabk, la secretaria había manifestado en algunas ocasiones que adoptaba precauciones para evitar un posible atraco. La fallecida vivía sola en la vivienda, que abandonaba con frecuencia para realizar viajes. Según informaron algunos vecinos su afición al esquí les hizo suponer que este fin de semana se había ausentado de su domicilio a practicar este deporte.

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