Olvidos literarios
En su número del sábado 4 de febrero, Juan Ignacio Ferreras, al hablar de la situación de la ciencia ficción en España, da siete nombres, pero olvida a un autor que ha publicado, por lo menos, tres novelas de ese género, Tomás Salvador: La nave, Colección Reno, de Plaza y Janés, 1972. Y, Plaza y Janés, 1972. T, Plaza y Janés, 1973.El que las lea se ahorra los disgustos que causan con frecuencia las horrorosas traducciones que de la ciencia ficción se hacen.
Por otra parte, Rafael Conte, el domingo 5 de febrero, al hacer balance de la novela histórica en España, olvida, que...
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En su número del sábado 4 de febrero, Juan Ignacio Ferreras, al hablar de la situación de la ciencia ficción en España, da siete nombres, pero olvida a un autor que ha publicado, por lo menos, tres novelas de ese género, Tomás Salvador: La nave, Colección Reno, de Plaza y Janés, 1972. Y, Plaza y Janés, 1972. T, Plaza y Janés, 1973.El que las lea se ahorra los disgustos que causan con frecuencia las horrorosas traducciones que de la ciencia ficción se hacen.
Por otra parte, Rafael Conte, el domingo 5 de febrero, al hacer balance de la novela histórica en España, olvida, que yo recuerde en este momento y sólo mirando mis propios libros, a dos autores: Salvador de Madariaga, con su novela Corazón de piedra verde (Ed. Sudamericana, 1962), cuya parte precolombina es muy sugestiva, y Ramón J. Sender, que escribió unas cuantas novelas históricas, todas bien documentadas e interesantes: Imán (publicada en 1930). Áncora y Delfin, 1976. La aventura equinoccial de Lope de Aguirre. Novelas y Cuentos, 1962. Bizancio. Andorra, 1968 (estremecedora "venganza catalana"). Mister Witt en el cantón. Alianza, 1968. Carolus rex. Áncora y Delfín, 1963. Tupac Amaru. Ancora y Delfin, 1973. /