La policía precinta 133 máquinas tragaperras en Melilla por tener licencias de explotación falsificados

Un total de 133 máquinas tragaperras del modelo B -las habituales en bares y cafeterías- están siendo precintadas en Melilla por inspectores de la Brigada de Seguridad Ciudadana, al haberse descubierto falsificaciones del permiso de explotación de las mismas. Además, otro medio centenar de máquinas del mismo tipo ha sido denunciado por diversas infracciones al reglamento de máquinas recreativas y juegos de azar. Las máquinas pertenecen a 9 de las 11 empresas que operan en Melilla, dos de las cuales tienen sus centrales operativas en Jaén y Algeciras.La investigación policial se inició hace uno...

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Un total de 133 máquinas tragaperras del modelo B -las habituales en bares y cafeterías- están siendo precintadas en Melilla por inspectores de la Brigada de Seguridad Ciudadana, al haberse descubierto falsificaciones del permiso de explotación de las mismas. Además, otro medio centenar de máquinas del mismo tipo ha sido denunciado por diversas infracciones al reglamento de máquinas recreativas y juegos de azar. Las máquinas pertenecen a 9 de las 11 empresas que operan en Melilla, dos de las cuales tienen sus centrales operativas en Jaén y Algeciras.La investigación policial se inició hace unos meses, al apreciarse un trasiego inusitado de máquinas y cierto nerviosismo entre las empresas operadoras, y ha culminado ahora con la instrucción de las diligencias, que han sido enviadas a la autoridad judicial competente.

Según ha podido saber EL PAIS, en la falsificación de estos permisos de explotación se en cuentra presuntamente implicado un funcionario de la delegación del Gobierno en la ciudad, aunque, consultado sobre el tema, el propio delegado del Gobierno, Angel Hernández Craqui, ha manifestado que "se están llevando a cabo todas las investigaciones precisas; para clarificar la actuación de este funcionario, llegándose hasta, sus últimas consecuencias", pero que por el momento no podía afirmar ni desmentir los rumores.

En muchos bares de Melilla se han localizado falsificaciones de los documentos y permisos de instalación que deben obrar en poder de los titulares de los establecimientos. Se sabe que los operadores de estas maquinas ilegales obtenían beneficios entre las 100.000 y 150.000 pesetas mensuales.

En Melilla existen en este momento más de 600 máquinas recreativas instaladas, y debido a la afluencia de marroquíes amantes de los juegos de azar es una de las ciudades españolas que más gasta en máquinas tragaperras por habitante y año.

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