Renfe espera recibir del Estado 800.000 millones hasta 1986

Renfe espera que el Consejo de Ministros del próximo miércoles el Gobierno fije definitivamente la cifra que el Estado aportará a Renfe para el trienio 1984-1986, según manifestó a Efe Apolinar Rodríguez, director general adjunto de la compañía ferroviaria. Las cantidades barajadas sobre esta aportación han oscilado entre los 800.000 y los 730.000 millones de pesetas.Apolinar Rodríguez indicó que el objetivo de Renfe es reducir, en 1986, a un tercio el déficit de 50.000 millones registrado en 1983, fruto de la diferencia entre las aportaciones del Estado y los ingresos comerciales, por un lado...

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Renfe espera que el Consejo de Ministros del próximo miércoles el Gobierno fije definitivamente la cifra que el Estado aportará a Renfe para el trienio 1984-1986, según manifestó a Efe Apolinar Rodríguez, director general adjunto de la compañía ferroviaria. Las cantidades barajadas sobre esta aportación han oscilado entre los 800.000 y los 730.000 millones de pesetas.Apolinar Rodríguez indicó que el objetivo de Renfe es reducir, en 1986, a un tercio el déficit de 50.000 millones registrado en 1983, fruto de la diferencia entre las aportaciones del Estado y los ingresos comerciales, por un lado, y los gastos de la compañía, por otro.

El saneamiento de Renfe, según su director general adjunto, pasa por no aumentar su nivel de endeudamiento, con un nivel estricto de inversiones, así como por un aumento de la productividad y por una moderación salarial."Todos los factores", precisó, "se han de dar de forma conjunta. De nada vale reducir el déficit por la vía de la contención salarial, ya que eso significa disminuirlo en dos o tres puntos.

La dirección de Renfe pretende, en el trienio citado, aumentar la productividad en un 20%. Este objetivo, según Apolinar Rodríguez, contrasta con lo ocurrido en el último decenio, en que el aumento fue del 12%.

La opinión del director general adjunto de Renfe es que la sociedad tiene que transformar su mentalidad administrativa y operar como una empresa comercial, y establecer una simetría de esfuerzos entre lo que aporta el Estado a la compañía, en concepto de servicio público, y los ingresos comerciales.

Apolinar Rodríguez afirmo que 1984 y 1985 van a ser años diriciles para el ferrocarril, puesto que el presupuesto de inversiones será estricto.

Sobre las repercusiones que ello tendrá en las empresas suministradoras de material, dijo que "esas empresas tendrán que realizar un pequeño ajuste estructural de su nivel de capacidad, así como regulaciones temporales vía empleo".

"La cartera de pedido", puntualizó, "se mantendrá, pero lo que no va a ser posible es mantener esa pauta tan alta de un plan expansivo y generalizado de nuestro ferrocarril, tal y como se preveía en 1981".

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