NAVARRA

Del Burgo afirma que la sentencia del Tribunal Constitucional no resolverá la crisis política

El presidente de la Diputación Foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, considera problemático el futuro político de Navarra, y en este sentido asegura que la sentencia del Tribunal Constitucional -que decidirá el próximo día 26 a quién corresponde la presidencia del Ejecutivo de esta comunidad foral, cargo que se disputan el PSOE y Unión del Pueblo Navarro (UPN)- no va a resolver la crisis política de Navarra. "Es imposible", afirma Del Burgo -quien por otra parte estima que no existe una paralización administrativa en esta región-, "que un Gobierno sea eficaz si no cuenta con un respaldo...

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El presidente de la Diputación Foral de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, considera problemático el futuro político de Navarra, y en este sentido asegura que la sentencia del Tribunal Constitucional -que decidirá el próximo día 26 a quién corresponde la presidencia del Ejecutivo de esta comunidad foral, cargo que se disputan el PSOE y Unión del Pueblo Navarro (UPN)- no va a resolver la crisis política de Navarra. "Es imposible", afirma Del Burgo -quien por otra parte estima que no existe una paralización administrativa en esta región-, "que un Gobierno sea eficaz si no cuenta con un respaldo parlamentario".

No obstante la difícil situación que atraviesa Navarra, Jaime Ignacio del Burgo -repuesto hace justamente una semana en la presidencia de la Diputación en virtud de una sentencia del Tribunal Supremo que anulaba los acuerdos que motivaron su destitución en abril de 1980, y que permanecerá en este puesto hasta la constitución del nuego Gobierno- cree que se saldrá adelante. En su opinión, la crisis política de esta comunidad se inició en febrero de 1980 con el affaire Fasa, que originó su apartamiento del Ejecutivo por decisión de sus propios compañeros de corporación. "Las consecuencias de todo este asunto", recalca, "se padecen todavía en estos momentos"."Creo", continúa Del Burgo, "que de no haber existido este tema Navarra tendría actualmente un Gobierno estable, y desde luego no se habría perdido el tiempo, como ha sucedido en muchas ocasiones". Para el presidente de la Diputación y líder del PDP en la región, "las consecuencias negativas del caso Fasa se terminárán de pagar el día en que se reconstruya el centro-derecha en Navarra, porque precisamente una de las secuelas de todo este asunto fue la destrucción del partido hegemónico en aquellos momentos, UCD".

"No existe paralización"

A pesar de las circunstancias anómalas por las que atraviesa la Diputación Foral de Navarra -con un presidente que no cuenta con la confianza de sus corripañeros de corporación, "y éstos, a su vez, tampoco con la de su presidente", afirma-, Del Burgo considera que no se puede decir que exista una paralización administrativa de Navarra. "Hay ejemplos que lo confirman", asegura. "Uno es el de los presupuestos para 1984, que ascienden a unos 50.000 millones de pesetas, y cuya ejecución está ya en marcha, o el plan maestro de regadíos, que, recientemente aprobado, crea importantes perspectivas para la transformación del campo navarro. Incluso, también, la reciente solución financiera dada a la autopista de Navarra", señala. "No cabe", continúa, "hablar de paralización. Lo que ocurre es que no se puede, desde esta situación en funciones, plantear cuestiones como las negociaciones con el Estado para la recuperación de competencias o el nuevo convenio económico, que requieren, sin embargo, una tramitación a largo plazo".Del Burgo cree que esta situación de interinidad de la Diputación no se debe prolongar más tiempo, "pero tampoco en estas circunstancias se puede afirmar que los intereses públicos no estén gestionados o que están gravemente perjudicados".

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